El valor del toro bravo

Limitar su razón de ser a los quince minutos de vida pública que acontecen en una plaza de toros es un pensamiento tan limitante como injusto. Los ganaderos de toros bravos, que nos enfrentamos a muchos retos en el día a día, sabemos de la importancia que tiene concienciar a la sociedad de la trascendencia que tiene esta raza respecto la conservación de la variedad de encastes, el inmenso patrimonio genético que poseemos, por no hablar de que su ciclo de producción es de los más largos que existen, cuatro o cinco años de vida en el campo.

Desde el punto de vista ambiental, y considerando la densidad ganadera expresada en UGM/ha –Unidades de Ganado Mayor por hectárea–, para el caso de la vaca nodriza de bravo es de media, en Europa, de 0,25 UGM/ha, si tenemos en cuenta el censo total de animales, nos encontramos que la densidad ganadera media en el viejo continente de la ganadería brava es de 0,6 UGM/ha. Una vaca de bravo dispone de nada más y nada menos que cuatro hectáreas de terreno para vivir y pastar. Un hecho insólito en la producción animal actual, donde la estabulación es, lógicamente, el sistema más utilizado. Nos encontramos ante el buque insignia de las razas autóctonas. Es la joya genética de las producciones ganaderas por su enorme variedad genética entre unas ganaderías y otras'.

Históricamente, los ganaderos de bravo han sido, auténticos creadores de bravura, generadores de un animal único en el mundo y conservadores, sin darnos cuenta, de más de 500.000 hectáreas de alto valor natural: la dehesa. De forma generosa, desinteresada y sin ser muy conscientes de ello, hemos prestado un servicio ambiental a cambio, únicamente, de criar un toro con la embestida de nuestros sueños. Podemos decir y decimos muy alto que las ganaderías de bravo son unas verdaderas privilegiadas. En estos tiempos en los que el bienestar animal está tan de moda, nosotros, los ganaderos de toros de lidia, podemos sacar pecho por procurar ese bienestar como no lo hace nadie. En unos días, entraremos en el año 2025, y la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL) cumplirá 120 años de historia. Esta institución, que puede presumir de representar a las ganaderías más importantes del mundo, es garantía de compromiso por la defensa y promoción de los ganaderos de bravo, de la cultura del toro y de la tauromaquia universal y milenaria. Estos 120 años la convierten, posiblemente, en la entidad ganadera más antigua de España. Es, además, la fuente genética de la que se nutren todas las ganaderías de esta raza en el mundo.

Desde aquel 15 de abril de 1905 hasta nuestros días, la institución no ha hecho sino evolucionar e ir adaptándose a las necesidades de una sociedad que, en los últimos tiempos, se ha ido alejando de la realidad del mundo rural. Uno de nuestros grandes objetivos ha sido, es y será el de poner el foco en el valor ambiental de la crianza de este maravilloso animal. Además de trabajar por la defensa de los intereses de nuestros asociados, y la preocupación por estar en la vanguardia de los principales proyectos del sector, nos enorgullece ver cómo se ha creado un sentimiento de pertenencia a la institución por parte de los jóvenes ganaderos. Ellos, la savia nueva, son un revulsivo para todos y cada uno de los miembros de esta institución, enamorados del animal más enigmático del mundo. Sin toro, no hay tauromaquia.