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Montecassino

Las verdades inmorales

La libertad de expresión, pensamiento e investigación es un lujo del pasado

Hermann Tertsch

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Decir en Alemania que la inmigración musulmana reciente ha traído al país un antisemitismo brutal y un colapso de la seguridad para las mujeres es decir una verdad que todos conocen. Pero es una verdad que una persona de proyección pública no puede expresar sin ... consecuencias. Viene a ser tan peligroso como afirmar en Madrid que la fiesta del orgullo gay, que se aceptaba bien como celebración de un día y con perfecto respeto de todos hacia los homosexuales, ahora que se prolonga diez días, es percibida como un absoluto abuso y maltrato a la población de ciertos barrios y concluye en una grosera apoteosis de procacidad y mal gusto. Tampoco ayuda a la reputación social y mediática proclamar la verdad histórica de que el golpe de Estado del general Franco fue el último de varios en la II República, la mayoría orquestados por la izquierda. Y que no iba dirigido contra ninguna democracia porque no la había ni contra un orden constitucional que no existía, sino contra el terror y la amenaza bolchevique del ¡Viva Rusia! E impidió, entre otras cosas, el exterminio del clero, la desaparición del patrimonio cultural de la Iglesia y, más que probablemente, la primera dictadura estalinista en Europa occidental.

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