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LA SUERTE CONTRARIA

Por la libertad de expresión y contra la censura

Se empieza censurando libros y se acaba censurando profesores. Y así no solo se acaba con la libertad, sino que se abre las puertas a que la izquierda haga lo mismo en los colegios y textos

José F. Peláez

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Indro Montanelli decía que en una caza de brujas siempre hay que ponerse de parte de las brujas. Estoy de acuerdo, cuando alguien es lo suficientemente necio como para dividir el mundo entre buenos y malos, me veo obligado a ponerme del lado de los ... segundos. «Malo es ser de los nuestros, pero peor es ser de los buenos», que decía Sánchez Ferlosio. La defensa de la libertad es una batalla que no acaba nunca. Pero no es una batalla abstracta: la libertad hay que defenderla del poder, que es quien puede quitártela. Porque el ser humano es una sabandija y cuando alcanza el poder tiende a abusar de él. Todos, también los autodenominados ‘liberales’, como nos enseña la historia. Habitualmente lo hacen utilizando discursos maniqueos de buenos contra malos, nosotros contra ellos, fascismo o democracia y comunismo o libertad. Por eso, la defensa de la libertad no termina cuando el poder lo tienen «los nuestros». Más bien comienza. Como yo nunca he sido «de los nuestros», tengo claro que el liberalismo es demasiado serio como para dejarlo en manos de los liberales.

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