Suscribete a
ABC Premium

EDITORIAL ABC

La doble ruina del fugitivo

El panorama para Puigdemont se oscurece de manera constante: al declinar del proyecto que encarnó para la ruptura inconstitucional del Estado se suma una severa asfixia económica

Carles Puigdemont ABC

ABC

La aventura europea de Carles Puigdemont tiene, además de un impedimento legal irresoluble, un grave problema económico: cuesta mucho dinero, dura mucho y empieza a cansar a muchos de sus partidarios. El expresidente de la Generalitat y prófugo de la Justicia española debió pensar que ... su autoexilio, además de erigirlo a la condición de presunto mito nacionalista, se financiaría de por vida. Y naturalmente no es así. Es una más de las múltiples ensoñaciones del soberanismo catalán, que poco a poco va descendiendo a la cruda realidad de que un Estado nacional no se rompe fácilmente, de que incumplir la ley es el camino directo al banquillo de los acusados (si uno no sale huyendo cobardemente, como hizo él, dejando tirados a sus cómplices, claro) y de que la euforia separatista hay que pagarla. Como las donaciones a la causa del fugado están bajando a causa del desbarajuste interno de los cabecillas «indepes», Puigdemont ha intentado por todos los medios conseguir el acta de eurodiputado, para asegurarse su nómina y sus generosas asignaciones económicas para asistentes. El revés que le propinó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea al rechazar las medidas cautelares contra el «no» del Europarlamento a considerarlo diputado le ha dejado en puertas de la quiebra económica.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia