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La foto de la semana

¡Uhf, qué calor!

No es que esté en peligro la especie humana, pero hay riesgo de que una generación, que balbucea ahora en las guarderías, se tropiece con que el piso que ocupan, la Tierra, esté bastante más deteriorado de lo que se encontraba cuando nacieron

JAIME GARCÍA

LUIS DEL VAL

El ser humano es de los pocos mamíferos que puede sobrevivir con cincuenta grados y, en alguno de los Polos, con temperaturas de 44 grados bajo cero. Dentro de un mismo territorio, en el Sahara, se puede pasar de los veintiún grados bajo cero hasta ... casi los sesenta grados, que es la temperatura a la que suele estar el agua caliente cuando nos duchamos en invierno. Esta capacidad de adaptación es la que nos ha permitido no desaparecer como especie en la época de las glaciaciones. En realidad, nos encontramos al final de la última glaciación del cuaternario, que concluyó hace «tan sólo» 12.500 años, pero hubo cuatro o cinco glaciaciones anteriores.

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