ABC incorpora a Chapu Apaolaza a su nómina de articulistas

Participó en la fundación de 'La Voz de Cádiz' y se especializó en crónica y reportajes en la redacción central del grupo. En aquellos años pudo participar en las coberturas de temas de actualidad como los atentados de París o Bruselas. Hasta el año pasado firmó una columna semanal en medios regionales de Vocento, un grupo que ha sido su casa periodística y en el que aprendió buena parte de las cosas que sé.

Ha colaborado con otros medios de comunicación, a los que siempre agradeció la oportunidad y el trato periodístico recibido, y desde hace cinco años participa cada noche en el programa 'La Brújula' de Onda Cero. También colabora como analista de actualidad con Espejo Público, de Antena 3 y en La Sexta.

Entre 2017 y 2022 fue portavoz de la Fundación Toro de Lidia y tuvo como tarea reformular el debate sobre la tauromaquia en la sociedad. Empedernido de los sanfermines, es corredor de la Cuesta de Santo Domingo desde hace 30 años y escribió el libro sobre el encierro de Pamplona y los sanfermines '7 de julio' (Libros del KO). Ha sido galardonado con el Premio de Defensa 2006, el Premio Manuel Alcántara 2011, el Premio Unicaja de artículos 2018, y el Premio Manuel Ramírez de ABC de Sevilla y La Real Maestranza de Caballería que recogió este mismo mes de octubre. En el ámbito extraperiodístico, desde hace un año es director de PR y Public Affairs de la agencia Ernest.

Está casado y tiene tres hijos acostumbrados al paisaje doméstico de su padre sentado escribiendo la columna. Empezó a firmar artículos de opinión en 2006 un poco con el ánimo del que acude al gimnasio de las palabras.

«Nunca me hubiera imaginado en aquellos días que ese ejercicio duraría tantos años ni me llevaría tan lejos. El periodismo de opinión es una dicha tan improbable… Más que la pretensión de explicar el mundo al lector, tarea que le cedo con gusto a otras firmas más doctas, la columna cumple la función de explicarme el mundo a mí mismo», dice Apaolaza. «¿Qué hay detrás del mar y de mi mirarla?», se preguntaba Eduardo Chillida. «Me considero amigo de la duda aunque creo mucho en algunas pocas cosas y vengo a defenderlas en la medida de mis capacidades. Reconozco me tiemblen las teclas por el peso de la historia del columnismo, las firmas que me preceden y acompañan en las páginas sagradas este periódico en el que comienzo a escribir con la mezcla de felicidad y asombro que suscitan los regalos que le concede a uno la vida».