«Esta es la venganza de Putin, está furioso por la voladura del puente de Crimea»
Los ucranianos sufren el impacto de los misiles rusos lanzados de forma casi simultánea sobre las principales ciudades del país: Kiev, Járkov, Dnipró, Leópolis y Melitopol
Rusia vuelve a atacar el centro de Kiev y otras ciudades en respuesta al derribo del puente de Kerch
Guerra Ucrania - Rusia, en directo
Enviado especial a Zaporiyia (Ucrania)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónVeinticuatro horas después de que Vladímir Putin acusara directamente a Ucrania de la explosión en el puente de Kerch, que une Rusia con Crimea, Moscú lanzó 83 misiles contra diferentes puntos de Ucrania. La mitad de ellos fueron interceptados por la defensa ... antiaérea, según el ministerio de Defensa ucraniano. Fue la venganza de Putin por lo que calificó de «acto terrorista» y al menos once personas perdieron la vida y más de sesenta resultaron heridas.
Los misiles impactaron de forma casi simultánea en las principales ciudades del país como Járkov, Dnipró, Leópolis o Melitopol y el ataque más sangriento lo sufrió el centro de Kiev, donde murieron ocho civiles. Fue el primer ataque contra la capital desde junio y volvió a recordar a los kievitas que, aunque el frente esté alejado, siguen en el punto de mira del enemigo. La zona más afectada fue el distrito de Shevchenkiv, donde se encuentra la universidad.
Putin amenaza a Ucrania con una respuesta «aun más dura» si vuelve a atacar Rusia
Rafael M. Mañueco«La escala del ataque irá en consonancia con el nivel de las amenazas contra la Federación Rusa», advierte, tras confirmar que los bombardeos de hoy son una respuesta a la voladura del puente de Kerch
Mientras Putin adelantaba en Moscú la reunión semanal del Consejo de Seguridad, en Ucrania llovían proyectiles. El líder ruso dijo que la operación consistía en «ataques masivos con armas de alta precisión de largo alcance contra la infraestructura energética, militar y de comunicaciones de Ucrania». En Kiev, Volodímir Zelenski calificó la jornada de «difícil» y explicó que las fuerzas rusas «quieren el pánico y el caos y quieren destruir nuestro sistema energético». Los misiles dejaron sin electricidad a amplias zonas del país y en Kiev el servicio estuvo cortado durante dos horas.
El presidente ucraniano empleó una vez más la palabra «terrorismo» para calificar el papel ruso y anunció un acuerdo con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, para celebrar una reunión «urgente» del G-7 a raíz de los bombardeos. Zelenski confirmó que participará en esta cumbre a través de videoconferencia y señaló que, además de misiles, el enemigo empleó drones kamikaze Shahed en esta operación. Estos son los aviones no tripulados que Moscú ha comprado a los iraníes.
Nuevo golpe en Zaporiyia
Las autoridades de Kiev mantuvieron el estado de máxima alerta durante toda la jornada y pidieron a los ciudadanos que permanecieran cerca de los refugios. En Zaporiyia sufrieron el tercer ataque de la última semana, y la «precisión» de la que habló Putin volvió a cebarse con los civiles. Un misil S-300 impactó contra un edificio de cinco plantas del centro de esta ciudad del sur del país y al menos dos personas murieron. Los servicios de rescate trabajaron sin descanso porque diez vecinos que pasaban la noche en el sótano quedaron atrapados bajo los escombros. Los rusos emplean de manera sistemática estos proyectiles, que en realidad son antimisiles, para golpear esta ciudad. El jueves mataron a 17 personas y el sábado fueron doce los civiles fallecidos en ataques similares contra sus viviendas.
«Venganza, esto es lo que ha llevado a Putin a lanzar esta ofensiva. Está dolido por el golpe que logramos en el puente y ha querido dar una exhibición de fuerza», piensa Leonid, excoronel del Ejército de 69 años, que trabaja para reparar los daños sufridos en su apartamento donde no ha sobrevivido ni una sola ventana.
Maya, de 39 años, tampoco tiene dudas de que «pagamos la ira de Putin por la explosión en el puente y en Zaporiyia»
En la puerta de al lado, Maya, de 39 años, prepara a su hijo Oleg, de cinco años, para viajar a Dnipró. «Primero escapamos de la ocupación rusa y dejamos nuestra casa en Pologie en busca de refugio en Zaporiyia y ahora nos alejamos otros noventa kilómetros al norte con la esperanza de estar seguros. Este lugar da miedo porque el misil le puede caer a cualquiera, es una lotería, aquí no hay objetivos militares próximos, solo casas y cada noche vas a dormir pensando que te puede tocar a ti. No aguanto más», cuenta.
Maya tampoco tiene dudas de que «pagamos la ira de Putin por la explosión en el puente y en Zaporiyia». Bajan las escaleras con sus pertenencias en varias bolsas de plástico y abajo les espera un ejército de bomberos que tratan de rescatar a vecinos atrapados entre los escombros. El pequeño Oleg mira la montaña de cascotes y al camión de bomberos del que se eleva una gran escalera: «Tiene cinco años, pero sabe muy bien que estamos en guerra», explica su madre, mientras le agarra fuerte de la mano. Les toca volver a empezar.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete