Netanyahu se deshace en elogios hacia Trump: «Ningún presidente de Estados Unidos ha hecho algo parecido por Israel»

«Este es un gran día. Es un nuevo comienzo», proclamó nada más aterrizar en Israel, donde fue recibido con vítores y honores antes de dirigirse a la Knéset, el parlamento israelí. El presidente estadounidense presenta el acuerdo como la confirmación de su papel de mediador decisivo en Oriente Medio y aseguró que su objetivo ahora es «construir las condiciones para una paz duradera en Gaza». Preguntado por los periodistas sobre si la guerra había terminado, el mandatario respondió con su habitual rotundidad: «Sí».

Trump insistió en que la jornada marcaba un punto de inflexión. «Hoy el mundo ha sido testigo de lo que se puede lograr cuando hay voluntad de paz. Este acuerdo es una victoria para la humanidad», ha declarado ante los medios.

Pero el momento cumbre de la visita de Trump a Israel fue su discurso en la Knéset, el Parlamento. Esta sesión extraordinaria fue una auténtica fiesta. Recibieron al presidente estadounidense y al primer ministro Benjamin Netanyahu entre ovaciones y aplausos, que se prolongaron durante varios minutos mientras el presidente del parlamento, Amir Ohana, iba presentando a las autoridades en un tono que recordaba a las veladas de boxeo o los festivales de música.

Presentes en la Knéset estaban numerosas autoridades estadounidenses, además de los parlamentarios israelíes, como Jared Kushner e Ivanka Trump, que han ejercido como enviados especiales o el embajador Mike Huckabee, que fue presentado como «una verdadera estrella del rock».

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rindió un homenaje sin precedentes al presidente de Estados Unidos durante su discurso ante la Knéset, tras la liberación de los últimos rehenes en Gaza. Entre ovaciones y gritos de agradecimiento, Netanyahu definió a Donald Trump como «el mejor amigo de Israel», subrayando su papel decisivo en el final de dos años de guerra y en la mediación del acuerdo de paz.

En un repaso cargado de simbolismo, Netanyahu recordó las principales decisiones de Trump en favor de Israel: el reconocimiento de Jerusalén como capital eterna, la soberanía israelí sobre los Altos del Golán y la firma de los Acuerdos de Abraham. «Ningún presidente de Estados Unidos ha hecho algo parecido por Israel», afirmó el primer ministro, que también agradeció el apoyo de Washington en operaciones militares como 'Rising Light' y 'Martillo de Medianoche'.

Netanyahu enmarcó la jornada como el cierre de un ciclo histórico. «Hoy el calendario judío marca el final de dos años de guerra. No olvidaremos el 7 de octubre», declaró, evocando los ataques de Hamas y el sufrimiento de las víctimas. Reivindicó que Israel había actuado «con valentía indomable» para defenderse y liberar a sus ciudadanos. «Frente a la civilización y contra la barbarie, Israel ha logrado victorias maravillosas frente a Hamás y el terror de Irán», añadió.

El dirigente israelí también rindió tributo a los casi 2.000 soldados caídos durante el conflicto, a quienes calificó de héroes nacionales. Mencionó el caso del soldado Ari Spitz, herido gravemente en Gaza, como símbolo del sacrificio del ejército israelí. «Ari, eres el espíritu de Joshua, de David, de los macabeos... el espíritu de Israel», proclamó Netanyahu, antes de concluir con una frase que resumió el tono de su intervención: «Ya entienden que fue un error atacar a Israel. Esta es la base de la paz: la paz a través de la fuerza».

También mandó un aviso a los gobiernos que pidieron que Israel «se rindiera ante Hamás, que sucumbieron a la propaganda de Hamás», y tiene claro dónde estuvo el gran cambio. «Si hubiera sido así, los asesinos de Hamás hubieran estado impunes para repetir. En un momento de máxima presión contra Israel, un hombre llamado Donald J. Trump fue elegido presidente de Estados Unidos. Del día a la mañana todo cambió», elogió.