Trump anuncia negociaciones entre Rusia y Ucrania tras una llamada de dos horas con Putin, sin avances concretos

Además, el presidente norteamericano afirmó que Rusia busca un acuerdo comercial a gran escala con EE.UU. una vez finalizado el conflicto, señalando un «potencial ilimitado» para crear empleo y riqueza. Ucrania, según Trump, también se beneficiaría de un impulso económico durante su reconstrucción. Ese es el último aporte de Trump: prometer cooperación económica y comercial para incentivar a ambas partes.

Trump ha dicho haber informado de este desarrollo en sus contactos a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; al presidente de Francia, Emmanuel Macron; a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni; al canciller alemán, Friedrich Merz; y al presidente finlandés, Alexander Stubb. Asimismo, aseguró que el Vaticano, representado por el Papa, estaría dispuesto a acoger las negociaciones, aunque eso es de momento una propuesta.

Esto supone un cambio importante, la implicación directa de León XIV, que acaba de comenzar su Pontificado y ya ha pedido a ambas partes en liza que hagan más por conseguir una paz duradera. El mismo lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reveló que Trump ha invitado al pontífice, que es nacido en Chicago, a visitar la Casa Blanca.

La presidencia ucraniana dijo además que Trump habló con Zelenski antes de la charla con Putin, para acerar posiciones, aunque la Casa Blanca no confirmó a ABC ese extremo.

Este anuncio de Trump carece de avances concretos o garantías verificables sobre un cese de hostilidades, y un alto el fuego no ha sido confirmado oficialmente por ninguna de las partes implicadas en el conflicto. Las hostilidades en el frente continúan, y siguen aumentando las víctimas en territorio ucraniano.

En Rusia, la agencia estatal TASS afirmó que Putin calificó la conversación de «franca y de enjundia» y mostró su disposición a «lograr un alto el fuego». Pese a estas declaraciones, las operaciones militares en el este de Ucrania no han cesado.

La llamada, según la Casa Blanca, tenía como principal objetivo negociar un alto el fuego y, más adelante, un acuerdo de paz. Leavitt, la portavoz de Trump, admitió que el presidente «está perdiendo la paciencia» con ambas partes.

En Sochi, a 1.600 kilómetros al sur de Moscú, Putin respondió a la llamada sin alterar su agenda inicial, que incluía una visita a una escuela para alumnos de élite. El Kremlin aseguró que trasladó equipamiento de comunicaciones seguras al centro educativo para facilitar la conversación, aunque sorprendió en Washington que el presidente ruso no modificara su agenda para un encuentro que, a ojos de Estados Unidos, resultaba crucial.

Mientras tanto, el vicepresidente JD Vance se reunió el fin de semana con Zelenski en un encuentro que la Casa Blanca describió como «muy productivo». Según Vance, Trump iba a preguntar a Putin si realmente estaba comprometido con la paz, subrayando que «Estados Unidos no va a perder el tiempo» en sus intentos por llegar a una resolución. «Las conversaciones han avanzado durante un tiempo, pero sabemos que estamos en un punto muerto. Creo que el presidente le dijo a Putin: ¿Va en serio? ¿De verdad busca la paz?», declaró Vance.

Trump había asegurado en campaña que podría acabar con este conflicto en cuestión de horas, sin demoras. A pesar de haber conseguido concesiones de Ucrania, como la demora en su solicitud de ingreso en la OTAN y hasta la posible cesión de territorio ocupado desde 2014, el Kremlin se mantuvo firme, negándose a ceder terreno. La Casa Blanca, no obstante, insiste en que «todo está sobre la mesa», incluyendo sanciones secundarias a Rusia, aunque por el momento no se han concretado medidas adicionales.