Refinerías y objetivos militares, los ataques de Ucrania en suelo ruso

Kiev se las ha ingeniado para devolver el golpe a Moscú a pesar de las restricciones de los aliados sobre el uso del armamento occidental en territorio enemigo

Ucrania afirma que sus drones recorrieron una «distancia récord» para atacar un radar de alerta temprana en Rusia

Descarrilamiento de un tren en Crimea AFP

La Inteligencia militar de Ucrania asegura que sus drones lograron recorrer más de 1.800 kilómetros dentro de Rusia. Los aparatos apuntaron el pasado domingo contra una estación de radar de alerta temprana en la región Orenburg, situada en plenos Montes Urales. El largo ... vuelo del avión no tripulado ha marcado un nuevo récord para la industria de Defensa del país en guerra, afirmaron varias fuentes de la agencia de espionaje ucraniana. Kiev tiene las manos atadas para disparar las armas occidentales contra blancos ubicados dentro de las fronteras de Rusia reconocidas internacionalmente, pero sí puede utilizar su arsenal de producción nacional.

Los ataques en suelo ruso se han registrado desde el primer año de guerra a gran escala. Aunque no ha sido muy común que las autoridades ucranianas reclamen su autoría de forma oficial.

Las ofensivas Kiev en Rusia se intensificaron durante la primavera de 2023. Ucrania trataba de dejar en evidencia la eficacia de las defensas aéreas del invasor y mostrar que el Kremlin no era intocable. Con el paso de los meses las fuerzas defensoras han perfeccionado sus tácticas y también el alcance de sus armas. Así, desde el inicio de 2024 los ucranianos lanzaron golpes masivos y sostenidos contra la industria petrolera rusa. Además, también apuntaron contra otros blancos militares como los aeródromos utilizados por bombarderos que disparan misiles contra las ciudades ucranianas.

El Kremlin reconoció por primera vez un ataque aéreo de Ucrania en su territorio el 1 de abril del año pasado. Dos helicópteros, volando a muy baja altura, destruyeron un depósito de petróleo en la localidad rusa de Belgorod, a unos treinta kilómetros de la frontera entre ambos estados.

En mayo y julio se registraron al menos seis ataques con aviones no tripulados contra Moscú sin provocar ninguna víctima civil. Un mes después, los enjambres de drones provocaron también el cierre temporal de los aeropuertos de la capital de este país. Y, entre medias, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que tres militares murieron en otro ataque con drones de la era soviética en el aeródromo de Engels, a unos 400 kilómetros de territorio ucraniano. Ese miso día también hubo reportes de un incidente similar en una base de Ryazan.

Ataques más sonados

Según los datos de la BBC, hasta septiembre de 2023 se contabilizaron unos 160 ataques con drones en Rusia y en la zona de Crimea, península ucraniana anexionada ilegalmente por el Kremlin en 2014. Uno de los golpes más sonados del año pasado se produjo en septiembre: cuatro aviones militares fueron destruidos en el aeropuerto de Pskov –a 700 kilómetros de Ucrania– durante una ofensiva aérea que afectó a otras seis regiones rusas. En este caso, el jefe de la Inteligencia militar, Budanov, confirmó la autoría.

Ucrania es hermética cuando se trata dar detalles sobre los ataques directos contra Rusia. Los pocos datos sobre el tipo de drones que utilizan se conocen gracias a fotografías y vídeos publicados en redes sociales. Una investigación del 'New York Times' señala que, durante las ofensivas de 2023, las fuerzas ucranianas utilizaron tres tipos de aparatos diferentes: «El Bober, el UJ-22 Airborne y un tercer modelo con un nombre indeterminado».

Guerra en Ucrania La 57.ª Brigada Motorizada de Ucrania lleva un proyectil para un obús, en medio del ataque de Rusia contra Ucrania REUTERS

El jefe de Estado, Volodímir Zelenski, advirtió en su discurso de Año Nuevo que Rusia sentiría en sus carnes «la irá de la producción nacional». Los ataques de 2024 comenzaron en la región San Petersburgo en enero. La terminal de exportación de gas de Ust-Luga tuvo que suspender su actividad tras ser alcanzada por drones. A partir de entonces, más de 15 refinerías repartidas por varias regiones de la Federación Rusa –Smolensk, Krasnodar, Orel o Nizhni Nóvogorod, Tula, Bryansk o Kursk–, depósitos de petróleo y subestaciones han caído presa de los aviones no tripulados de Ucrania. En los primeros tres meses del año hubo 33 ofensivas de este tipo. El punto más intenso tuvo lugar precisamente en marzo, coincidiendo con la reelección de Vladímir Putin como presidente de Rusia. La inteligencia del Reino Unido afirma que Moscú perdió un 10% de su capacidad de producción tras los ataques.

Kiev respondió con sus drones a la embestida rusa de primavera contra su sistema energético, lanzada con ataques combinados de varios tipos de misiles. Pero las fuerzas ucranianas no solo apuntaron a la industria petrolera, también dirigieron sus drones contra plantas de producción de armas en Tartaristan, a más de 1.300 kilómetros de distancia de la frontera. En la región rusa de Rostov, se produjo uno de los mayores ataques en suelo ruso hasta la fecha. Fue en abril, cuando 44 drones lograron destruir seis aéreas del aeropuerto militar de Morozovsk, desde donde despegan los bombarderos que atacan Ucrania.

Dudas entre los aliados

El arsenal ucraniano ha demostrado su efectividad para dañar la retaguardia rusa y afectar a su principal fuente de recursos económicos. Pero sus capacidades actuales son insuficientes para frenar los bombardeos contra sus ciudades. Las armas de Kiev tampoco pudieron neutralizar la artillería rusa que facilitó la ofensiva relámpago de Járkov iniciada el 10 de mayo. Por este motivo, Zelenski ha instado a los aliados a que levanten la prohibición de utilizar los suministros occidentales contra territorio ruso. El debate ya se ha instalado tanto en países europeos, como en Estados Unidos.

El jefe de la diplomacia de Bruselas, Josep Borrell, dijo que hay división entre los Estados miembros sobre esta cuestión. Mientras, el secretario general de la OTAN apuesta porque los aliados permitan que Ucrania ataque bases militares dentro de las fronteras rusas con armas de la Alianza Atlántica

Los países bálticos –Finlandia, Suecia, Polonia– o Reino Unido abogan por el uso de su armamento en territorio ruso. El último líder en manifestar esta posibilidad fue el presidente francés, Emmanuel Macron, en una rueda de prensa junto a su homólogo alemán. Macrón declaró: «Creemos que deberíamos permitirles neutralizar los sitios militares desde donde se disparan los misiles y, básicamente, los sitios militares desde donde se ataca a Ucrania». En el otro extremo, se encuentran Belín, Roma y Washington. Tanto el canciller alemán, Scholz, como el presidente Biden son reacios –por el momento– a traspasar esta nueva línea roja por temores a una escalada con Moscú.

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