Protestas y enfrentamientos ante la Casa Blanca por la respuesta militar de Israel

Tras el tumulto ante la sede de la presidencia, que obligó al Servicio Secreto a evacuar a algunos funcionarios y periodistas ya entrada la noche del sábado, un grupo de funcionarios estadounidenses está circulando una carta para organizar una protesta este martes contra el apoyo de Joe Biden a Israel en su campaña bélica.

Tras una marcha por el centro de Washington, un grupo de manifestantes con banderas palestinas se reunió frente a la Casa Blanca y lanzó objetos como botellas y piedras contra la Policía. Hubo daños menores en algunas verjas, y el Servicio Secreto decidió evacuar a algunos funcionarios y a periodistas a unas calles aledañas.

El presidente Biden se encontraba en la residencia de Camp David, en el estado de Maryland. En un comunicado, el Servicio Secreto dijo: «Durante la manifestación cerca del complejo de la Casa Blanca el 13 de enero, una parte de la barrera que se instaló para el evento sufrió daños. Los daños fueron reparados de inmediato en el lugar por equipos de apoyo del Servicio Secreto».

Hace cuatro años, durante la protesta racial por la muerte de George Floyd, varias manifestaciones rodearon la Casa Blanca, y en el tumulto un grupo incendió unos baños en el parque ante el complejo presidencial y trató de prenderle fuego al sótano de una iglesia cercana. El presidente Donald Trump desplegó a la Guardia Nacional, que cargó contra los manifestantes varias veces.

Desde entonces la violencia no ha sido ajena a la capital de EE.UU. Tras la protesta racial hubo saqueos, con abundantes lunas de comercio rotas en el centro de la capital. Después de perder las elecciones, Trump y sus acólitos convocaron varias manifestaciones contra un supuesto fraude electoral, que por lo general fueron pacíficas aunque hubo algunos enfrentamientos en ellas. Sin embargo, aquella serie de marchas culminó en el saqueo del Capitolio el 6 de enero de 2021, durante el cual hubo cinco muertes.

Las protestas con episodios de violencia han vuelto a Washington tras el apoyo enfático del presidente Biden a la operación militar de Israel en Gaza, que suma 23.000 muertos según las autoridades gazatíes. El 7 de octubre, Hamás atacó a Israel, matando en una jornada a 1.400 personas, incluidos niños y ancianos. Desde entonces, Biden ha defendido la respuesta de Israel, ha visitado el país y se ha negado a pedir un alto el fuego.

Esto le ha provocado críticas en el ala izquierda de su partido y de no pocos funcionarios. Cientos de estos últimos planean dejar sus puestos de trabajo el martes en protesta por el apoyo de Biden a Israel. Un grupo interno anónimo ha organizado la protesta para marcar los 100 días de la operación de Israel en Gaza, según el diario AI Monitor. Los organizadores, anónimos, afirman que tienen el apoyo de cientos de funcionarios en 22 agencias federales para la huelga, incluyendo la Oficina Ejecutiva del Presidente, la Agencia de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa.

Estos funcionarios quieren que Biden pida cuanto antes un alto el fuego, algo que no ha hecho, simplemente recomendando al Gobierno israelí mesura en su respuesta, para reducir el número de víctimas civiles. El Gobierno de Israel no tiene intención de aceptar un cese de hostilidades porque Hamás comenzó el ataque, con la tortura y el asesinato de civiles, incluidos menores, y la toma de rehenes.

Paralelamente, un grupo de empleados de la campaña para la reelección del presidente Biden ha protestado por su postura frente a Israel. En una carta circulada entre la campaña, 17 empleados instaron directamente al presidente a abogar por un alto el fuego permanente en el conflicto que ha durado meses. «Como sus empleados, creemos que es tanto una imperativa moral como electoral que usted llame públicamente a un cese de la violencia», escribieron los empleados en la carta. «La complicidad en la muerte de más de 20,000 palestinos, 8,200 de los cuales son niños, simplemente no puede justificarse», añadieron.

Hay claramente una insatisfacción de la izquierda con el presidente Biden, algo que quedó patente en la protesta del sábado en Washington. Entre quienes intervinieron en la marcha están dos candidatos que le disputan a Biden la presidencia por la izquierda, con pocas posibilidades de sumar apoyos suficientes: Jill Stein, de la plataforma ecologista, y Cornel West, un académico negro que se presenta como independiente.

Stein advirtió: «Una abrumadora mayoría de votantes estadounidenses desea un alto el fuego y el fin de la guerra genocida en Gaza, pero los políticos no están escuchando. Es hora de hacer que escuchen».

La verdadera relevancia de estos candidatos se medirá en las elecciones. En 2016, los independientes de izquierda le restaron suficientes apoyos a Hillary Clinton como para que Trump le ganará en estados disputados como Michigan o Pensilvania. Clinton obtuvo más votos pero perdió la presidencia. El senador de izquierda Bernie Sanders le disputó las primarias a Clinton aquel año, como se las disputó a Biden en 2020. Este año no se presenta, pero ha acusado a Biden de ser «cómplice» de la violencia israelí en Gaza.

En la protesta del sábado, entre lemas contra Israel, los manifestantes corearon a los hutíes, los rebeldes yemeníes apoyados por Irán que están atacando a barcos en el mar Rojo. EE.UU. y Reino Unido les atacaron por vía aérea el jueves. «Yemen, Yemen, haz que esos barcos se den la vuelta», cantaron en la protesta pro palestina.