Los países de la UE alcanzan un acuerdo sobre la reforma del pacto migratorio

La presidencia española anunció en redes sociales a mediodía de este miércoles que se había alcanzado un acuerdo «sobre la regulación que aborda las situaciones de crisis y fuerza mayor en el ámbito de la migración y el asilo». El pacto ha sido posible gracias a la abstención de varios países (Austria, Eslovaquia y Republica Checa) lo que ha hecho inútil el voto negativo de Hungría y Polonia.

Este logro rompe así una situación de parálisis en las negociaciones que ha durado tres años. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, elogió el acuerdo alcanzado y lo calificó como «una decisión clave». Lo pactado este miércoles se refiere solamente a la posición del propio Consejo y aún debe ser negociada con la del Parlamento Europeo, junto con la Comisión, antes de ser definitivamente aprobada. Para Von der Leyen, «estando unidos podemos cumplir el compromiso de tener este pacto antes de que finalice esta legislatura» a finales de mayo.

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Esta reforma del pacto migratorio incluye una propuesta para extender el período de detención de los inmigrantes irregulares, y acelerar las evaluaciones de las solicitudes de asilo para decidir si tienen derecho a protección o por el contrario han de ser devueltos a sus países de origen.

También sostiene que la solidaridad a la hora de compartir la responsabilidad por los emigrantes en caso de graves avalanchas de llegadas ha de ser obligatoria, aunque permite que los países decidan en qué áreas van a contribuir, no necesariamente acogiendo refugiados. Los países pueden contribuir económicamente al mantenimiento de los que sean acogidos en otros países o de forma que refuercen las capacidades de la agencia europea de fronteras Frontex.

La regulación pactada propone que en caso de una afluencia «masiva» y «excepcional» de inmigrantes se puede establecer un régimen específico que agilice la tramitación de las solicitudes de asilo y amplíe el periodo de detención de los solicitantes, para favorecer la expulsión de aquellos a los que no se les reconocen derechos para quedarse en Europa.

Si esta propuesta se aprueba finalmente, los solicitantes de asilo que hayan llegado de forma irregular a territorio europeo podrán permanecer detenidos hasta 40 semanas para dar tiempo a que la administración correspondiente procese su la solicitud de asilo, en lugar de dejar que se desplacen a otros países. También se permitirán procedimientos más simples que los habituales para estudiar las solicitudes. Según esta propuesta, los demandantes de asilo procedentes de países de los que en general se rechazan más del 75% de las solicitudes serán devueltos prácticamente de forma automática.

Una de las partes más peliagudas de esta propuesta de reglamento se refería al papel de las organizaciones no gubernamentales que llevan a cabo rescates de emigrantes en alta mar pero sin coordinarse con las autoridades marítimas. Italia, que quiere limitar las acciones de estas organizaciones, exigía que Alemania, que financia varias de ellas, se hiciera cargo de los que rescaten los buques que navegan bajo bandera alemana. Finalmente, el resultado final ha sido aceptado tanto por Alemania como por Italia y se mantienen las reglas del derecho del Mar.