Así es el Noor, el misil balístico que Hizbolá reconoce haber lanzado a Israel

Aunque su origen se remonta a un acuerdo de compra con China en 1995, las presiones internacionales, especialmente de Estados Unidos, llevaron a la cancelación de dicho contrato tras la entrega de 60 misiles. Ante este escenario, Irán decidió emprender un ambicioso programa de ingeniería inversa para desarrollar su propio misil de crucero, culminando en el Noor.

El Noor, inicialmente basado en el C-802 y como según recoge la agencia de noticias Europa Press, ha experimentado mejoras notables desde su creación. Uno de los hitos clave en su desarrollo ocurrió en los años 2000 y 2001, cuando Irán probó una versión mejorada durante los ejercicios militares Unity-79. En esa ocasión, el misil mostró un alcance significativamente superior, al aumentar de 30 a 130 kilómetros.

Estas mejoras reflejaban el esfuerzo iraní por incrementar su capacidad de defensa y proyectar su poderío naval en el Golfo Pérsico, una región de importancia estratégica mundial debido a su proximidad a rutas comerciales críticas.

El misil Noor está equipado con un motor Toloue-4, una versión iraní del motor francés Microturbo TRI 60, lo que le otorga una alta eficiencia y fiabilidad en sus operaciones. Además, en 2004, Irán anunció que había comenzado a producir el radar monopulso DM-3B para su uso en el Noor. Este radar, que utiliza tecnología de ondas milimétricas, le confiere una ventaja táctica en la etapa final del vuelo y permite al misil identificar y alcanzar sus objetivos con mayor precisión, a la vez que dificulta su bloqueo por parte de sistemas de defensa enemigos.

En 2006, se anunció una nueva mejora en el alcance, hasta los 170 kilómetros. Posteriormente, en 2011, Irán reveló una nueva variante del misil llamada Qader, que llegaba hasta los 200 kilómetros y tenía la capacidad adicional de atacar objetivos en la costa, lo que incrementaba aún más su versatilidad en situaciones de combate. Durante 2012, Irán probó una versión del Noor con mejoras electrónicas, mayor resistencia a interferencias y sistemas de adquisición de objetivos más avanzados, con lo que se consolidó como un gran misil en su categoría.

Sin embargo, la precisión y letalidad del misil Noor también han suscitado controversia. El 10 de mayo de 2020, un trágico accidente involucró a este artefacto, cuando fue disparado desde la fragata iraní Jamaran durante ejercicios navales e impactó accidentalmente al buque de apoyo también iraní Konarak. El incidente, que ocurrió en el Golfo de Omán cerca del Estrecho de Ormuz, resultó en la muerte de 19 marineros iraníes y dejó graves daños en el barco. Este episodio puso en evidencia los riesgos asociados al uso de armamento avanzado en maniobras militares, pero no ha disminuido el papel del Noor como una pieza central de la defensa naval iraní.

El Noor, con su evolución constante y mejoras tecnológicas, continúa siendo un símbolo del esfuerzo de Irán por fortalecer su capacidad defensiva y proyectar su influencia en una región estratégica clave. A pesar de los desafíos y contratiempos, el desarrollo de este misil refleja la determinación del país asiático de mantener una fuerza naval capaz de disuadir a potenciales adversarios y proteger sus intereses en el mar.