Más de un centenar de muertos durante los bombardeos israelíes del domingo contra Líbano

La región más golpeada por los ataques ha sido la de Balbek-Hermel, en el noreste, donde los ataques israelíes han dejado 33 fallecidos y 97 heridos, según ha informado la agencia de noticias estatal libanesa NNA.

Otra población que ha sufrido grandes pérdidas es el pueblo de Ain al Delb, en la gobernación de Sidón (sur), que ha notificado la muerte de 32 personas, mientras que otras 53 han resultado heridas.

Las autoridades del distrito de Tiro, también en el sur, han informado de 16 muertos y 115 heridos, siendo la zona más golpeada los distritos de Burj al Shamali, Abasiya, Al Bazuriya, Tair Deba y Tiro, en la capital homónima regional, mientras que el hospital de la localidad de Qana ha sufrido «graves daños».

En el valle de la Becá, en el este, al menos nueve personas han muerto y otras 42 han resultado heridas. Otras regiones que han registrado fallecidos han sido el municipio de Ghobeiri (oeste) con tres, el distrito de Bint Jbeil (sur) con cinco, y el pueblo de Anqun (sur) con cuatro fallecidos.

Por su parte, el Ejército de Israel ha confirmado acciones de la aviación contra «objetivos terroristas» del partido-milicia chií libanés Hezbolá tanto en el valle de la Becá como en las gobernaciones del sur, si bien han reconocido que han llevado ataques contra todo el territorio libanés.

«Aviones de combate de la Fuerza Aérea, bajo la dirección del Mando Norte, han atacado decenas de objetivos terroristas de Hezbolá en todo el Líbano, incluida la plataforma de lanzamiento desde la que se realizaron esta mañana los lanzamientos hacia la zona del Campo Eliezer», han añadido en su cuenta de la red social X.

Hezbolá bombardea desde hace casi un año el norte de Israel en solidaridad con la Franja de Gaza y ha provocado varias muertes y la evacuación de miles de personas. Israel ha respondido a estos ataques y desde mediados de mes ha intensificado sus operaciones contra el grupo islamista, que se han saldado con la muerte de más de 700 personas en poco más de una semana, entre los que destaca el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá. Desde entonces, más de 70.000 libaneses y sirios han huido del país, la mayoría cruzando la frontera hacia Siria.