Miedo en la oposición a que Maduro enfrente a María Corina Machado y a Edmundo González

Todo empezó con el exilio de González, en la noche del 8 al 9 de septiembre, «por la forma como el régimen chavista manejó y manipuló la salida del presidente electo». Según reconstruyen estas mismas fuentes, «el chavismo conoció que la Inteligencia cubana sabía de la relación personal y de amistad del exdiputado Eudoro González Dellán con Edmundo González y Miraflores lo utilizó para que lo convenciera de la necesidad y urgencia de su salida de Caracas porque su vida y la de su familia corría peligro». Tanto Machado como la MUD «desconocían» estos intentos.

Según desvelan estas fuentes a ABC, Eudoro González tiene «grandes vínculos de negocios con el chavismo desde sus inicios y vive en Madrid, donde también tiene negocios» y le acusan de haber actuado como un «doble agente» entre el chavismo y el propio Edmundo. «Lo que le preocupa a la oposición en Caracas es la relación de Edmundo no sólo con Eudoro, sino con su hermano Leonardo, muy influyente en la financiación del chavismo en los últimos 25 años».

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La parte esperanzadora para la oposición es que están convencidos que el régimen de Maduro cometió un error al tratar de forzar la salida de Edmundo: «Pensó que su exilio de Venezuela lo iba a lanzar al olvido, al silencio, en España. Resulta que le salió el tiro por la culata», ironizan y señalan que Edmundo ha tenido «una receptividad y una aceptación en el mundo político y de la sociedad española impresionante».

«Aunque Edmundo cometa errores, hay que ayudarlo», advierten desde la oposición, que admiten que han tenido que impulsar a iniciar una gira mediática y política que le ha llevado a reunirse con el presidente del Gobierno de España, los expresidentes González y Aznar , así como con Alberto Núñez Feijóo (PP) y Aitor Esteban (PNV).

Esta reflexión parte del temor de que, efectivamente, se produzca una fractura entre las dos Venezuelas, la que lidera Corina en Caracas y la que lidera Edmundo en el exilio, pues ya hay casi 8 millones de venezolanos fuera de su país. «María Corina no estuvo informada de la salida de Edmundo de Caracas y eso le molestó porque se enteró a última hora. Pero ella lo tiene claro, y ella sabe que el problema no es Edmundo, sino salir de Nicolás Maduro. Nadie se va a poner a discutir con Edmundo, pero él tiene que recibir el mensaje de que tiene cuidar sus relaciones y no dejarse influenciar por personas que directa o indirectamente provengan del chavismo».

«Los distintos sectores de la oposición tienen claro que el objetivo es que persista la unidad y el interés en salir de Nicolás Maduro», dicen fuentes caraqueñas: «Lo importante es mandarle un mensaje a Edmundo: este tipo de relaciones no son buena para la unidad de la oposición».

Entre tanto, Edmundo González continúa con su gira política y mediática. El martes por la mañana, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, le recibió en el Congreso y le trasladó su compromiso para lograr que sea reconocido como presidente electo de Venezuela. Tras visitar el hemiciclo, ambos se fundieron en un abrazo tanto al inicio como en la despedida.

Especialmente relevante fue, a continuación, el encuentro con el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, puesto que su posición, a pesar de ser socio del Ejecutivo, permitió la semana pasada que el Congreso instara al Gobierno a reconocer la victoria electoral del candidato opositor el pasado 28 de julio. Esteban le transmitió su reconocimiento y su apoyo frente «al régimen dictatorial de Maduro».

La posición del PNV es significativa también por la importancia de la comunidad vasca en Venezuela, como bien se ha encargado de recordar el histórico dirigente peneuvista Iñaki Anasagasti, nacido en Caracas. De hecho, en Bilbao hay un consulado de Venezuela dirigido por Glenna Cabello, hermana del ministro del Interior de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello.

Los siguientes pasos tendrán lugar en el Senado, donde hoy se debate una moción para respaldar la victoria electoral de la oposición venezolana y que saldrá adelante con toda seguridad con el respaldo de la mayoría absoluta del PP, si bien será interesante escuchar los argumentos del Partido Socialista, que sigue instalado en la misma posición del 28 de julio: no reconocer la victoria a nadie, y exigir la publicación de las actas.

Luego se tendrá que ir a Estrasburgo y, más adelante, dirigirse a Estados Unidos. La relación de la oposición venezolana con la Administración Biden es positiva, a la espera de que se posicionen sobre el 28 de julio.