María Corina, detenida tras retar a Maduro: «¡Le echamos bolas, carajo!»

«No tenemos miedo», dijo la líder opositora subida a una tarima, rodeada de una bandera venezolana. «Están atrincherados, no se atreven a poner un pie en las calles de Venezuela». «Le echamos bolas, carajo», afirmó Machado con los brazos en el alto, entre vítores y banderas venezolanas.

La líder opositora convocó para ayer una marcha horas antes de que el presidente electo, Edmundo González, que ganó las elecciones presidenciales el pasado 28 de julio con casi el 70% de los votos, intentara entrar en el país para juramentarse. A la misma hora, Nicolás Maduro convocó otra concentración en una especie de pulso de popularidad y de legitimidad que claramente perdió el mandatario chavista, que asegura que hoy será él quien juramente como presidente de Venezuela, afrontando lo que supondría su tercer mandato.

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Ludmila Vinogradoff | Corresponsal en Caracas

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«Hemos llegado hasta aquí porque hemos tenido una estrategia robusta. Hemos llegado hasta aquí porque la hemos cumplido con disciplina. Lo que a nosotros nos ha unido y nos ha llevado a esta enorme victoria es el amor por nuestros hijos, por nuestra tierra, Venezuela, y por la libertad», afirmó Machado, que apareció acompañada por Juan Pablo Guanipa, exgobernador electo del estado Zulia y dirigente del partido opositor Primero Justicia.

Machado aseguró que «la gente se está encontrando en la calle» en «toda Venezuela», incluso -señaló- en «sitios donde fuerzas de seguridad habían tomado los puntos de concentración» convocados por la mayor coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) )-, donde luego «se retiraron» los funcionarios.

Una de los grandes preocupaciones ayer era salvaguardar la seguridad de Machado, que se vio comprometida tras terminar su breve intervención. Según informó su comando de campaña en las redes sociales, María Corina fue violentamente interceptada a su salida de la concentración en Chacao y su comitiva fue tiroteada por efectivos del régimen. Minutos más tarde, se confirmaba la detención de la líder opositora, que fue «forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada», según anunció su partido en X.

En los últimos mensajes que escribió María Corina en su cuenta, aseguró que se encuentra en un «lugar seguro». «Mañana voy a comunicarles lo ocurrido hoy y lo que viene», añadió en referencia a las extrañas circunstancias de su arresto. También dio las gracias a «todos los ciudadanos que salieron a las calles» a reivindicar su victoria electoral, «y a cobrarla».

Las reacciones al arresto no se hicieron esperar. Así, Edmundo González, como presidente electo, exigió a través de su cuenta de X «la liberación inmediata de María Corina Machado. A los cuerpos de seguridad que la secuestraron les digo: no jueguen con fuego».

El Gobierno español, que no enviará ninguna representación a la investidura de hoy, también manifestó su rechazo: «Ante la información de la detención de María Corina Machado trasladamos nuestra total condena y nuestra preocupación», manifestó el Ministerio de Exteriores a través de un comunicado, en el que añadió que «la integridad física y la libertad de expresión y manifestación de todos, especialmente la de los líderes políticos opositores, debe ser protegida y salvaguardada».

Países como Colombia, Chile, Uruguay, Paraguay, Argentina, Perú o Bolivia se sumaron a la condena del arresto o han arremetido directamente contra el régimen chavista. Sin embargo, el apoyo más significativo se dio a última hora, con un mensaje de Donald Trump, presidente electo de EE.UU., quien abandonó la ambigüedad para apoyar directamente a González Urrutia y Corina Machado: una clara advertencia a Nicolás Maduro.

Caracas se convirtió ayer en un hervidero de manifestantes opositores y chavistas que se cruzaron en algunos puntos de la avenida Francisco de Miranda donde las manifestaciones a favor y en contra de Nicolás Maduro no produjeron incidentes violentos, pero en el interior de Venezuela donde hubo duros enfrentamientos entre civiles y militares como en Zulia y Carabobo.

Antes de la aparición de Machado en Chacao (lugar de encuentro que tardó en ser confirmado y en hacerse público en las redes sociales), ABC habló con algunos de los que se atrevieron a salir a las calles, tras la dura represión ejercida por el régimen tras el fraude electoral que dejó alrededor de 2.000 detenidos. Así Rosangel (74) y su hermano Leonardo Bottaro (61) se mostraron felices de estar nuevamente en las calles de Caracas protestando. «Esta es una bonita manifestación. Hay mucha gente de tercera edad. Hemos perdido el miedo. Estamos contentos de responder el llamado de María Corina», dice Rosangel.

Leonardo Bottaro, de 61 años, fue más explícito: «Creo que logramos el objetivo. Nicolás Maduro tiene sus horas contadas, están perdidos. Uno lo puede ver en sus miradas y declaraciones nerviosas. Se ven como perseguidos. Aquí no va a pasar nada», sentenció.

Por su parte, Sandra Segura, de 55 años, admitió tener esperanza de que algo pase, «un cambio, es lo que queremos. Tenemos fe de que podamos ver algún cambio democrático. Siento que hay mucha ansiedad porque la gente espera que ocurra algo». A su lado una joven, Camila Álvarez, de 22 años y graduada en comunicación social, también coincide en que la esperanza y la fe de un cambio en el país se produzca pronto: «Esperamos que por fin podamos lograr lo que todos queremos que es la libertad y mejoras en Venezuela».

Rafael Castillo, de 70 años, habitante de Cúa, los Valles del Tuy, cerca de Caracas, portaba un letrero que decía 'La libertad no se mendiga, se conquista'. En su opinión, «el simple hecho de que alguien venga a manifestarse quiere decir que está conquistando la libertad de expresarse. Queremos libertad y justicia para el país. Los demonios del Gobierno se alimentan con la sangre del pueblo y eso me duele».

Sandra Gómez y su hijo Ángel David Pernía mostraron su apoyo al presidente electo: «Venimos para apoyar a Edmundo González y responder al llamado de María Corina. Nuestros hijos se merecen crecer en libertad y democracia como crecimos nosotros antes del chavismo. Esperamos sea la última vez que marchamos juntos y unidos en familia».

Claudia Tovar de 18 años estaba junto a su madre Rebeca de 58 años y su padre Alí Tovar de 59 años. «No tenemos certeza de que González pueda juramentarse mañana (por hoy) pero sí confiamos en que ganamos. Esto está ganado. No hay vuelta atrás. Hay que seguir luchando porque esto no termina hoy con la marcha».

Frente a la calle Elice de Chacao en la avenida Francisco de Miranda el régimen chavista instaló una tarima donde había bandas de músicos. Los manifestantes chavistas, que eran empleados y funcionarios de los ministerios tenían prohibido declarar a los medios de comunicación. La marcha de los chavistas fue escuálida y reducida en contraste con la larga cola que había frente al supermercado Luz de Chacao donde los compradores nerviosos hacían acopio de alimentos.

Entre los chavistas, Roca Torres de 51 años, miliciana del Ministerio de Transporte con Josefina Tovar de 57 años empleada del Instituto del Seguro Social, indicó que solo podían declarar si hablaban bien de Maduro.