«Si Maduro se juramenta provocaría el bloqueo internacional de Venezuela»

Entre los responsables de ese acorralamiento, Martín señala «la estrategia internacional y la resistencia venezolana». Sin embargo, parece que no va a ser suficiente para que el presidente electo, Edmundo González, pueda juramentarse este viernes en Caracas como el nuevo mandatario del país, destronando 25 años de chavismo. «El 10 de enero hay que verlo tomando en cuenta varias circunstancias: primero, el 10 de enero es la única fecha que está en la Constitución venezolana, en el artículo 231, que establece que ese día debe tomar posesión el presidente elegido por el pueblo v venezolano en unas elecciones democráticas; es por eso que tanto la oposición como el régimen han hecho de ese día una fecha muy importante».

A pesar de todos los esfuerzos y mensajes enviados por la oposición de que Edmundo González estará ese día en Caracas y jurará su cargo -«es una guerra psicológica»-, Martín cree que quien juramentará será Nicolás Maduro: «Lo hará para intentar legitimarse, algo que no logrará porque solo puede ser legitimado quien ha sido elegido por el pueblo, y existen vicios muy claros de que no se cumplió el proceso electoral venezolano con integridad».

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Según el magistrado, «la única forma de que Edmundo González se juramente es que haya un acuerdo con el régimen de Maduro, porque la juramentación legalmente la tiene que hacer la Asamblea Nacional y en su sede, que está en manos de Jorge Rodríguez. No existe otra manera», subraya Martín. «No puede entrar a Caracas a juramentarse porque necesita este acuerdo», insiste. «Y si entra escondido a Venezuela, necesita igualmente ese acuerdo con el régimen. Si no lo hay, yo no veo ninguna posibilidad».

-¿Qué pasará el día después de la juramentación de Nicolás Maduro? ¿Venezuela será aislada por la comunidad internacional que ha apoyado la victoria de Edmundo González?

-A partir de ahí se produce un quiebre del orden democrático, que está consagrado en la Carta Democrática Interamericana, que en su artículo 21 establece que se puede activar esta carta cuando se altera el Estado de derecho o cuando hay un quiebre del orden democrático. Ya el Estado de derecho está alterado desde hace muchísimos años, lo que hay es una continuidad de violaciones del marco jurídico venezolano y también del internacional. Pero el 10 de enero si Maduro se juramenta, entonces se produce un quiebre del orden democrático y se puede solicitar la activación de la carta democrática interamericana.

-¿Qué supone eso para Venezuela?

-Supone acciones de la comunidad internacional, comenzando con todo el contexto de los países que forman la Organización de los Estados Americanos (OEA), que tendrían que discutir si hay un quiebre del orden democrático, la situación del Estado de derecho y determinar las medidas que el continente, más otras organizaciones como la ONU y la UE, van a establecer las consecuencias a través de actos específicos que puede ser sacar del contexto internacional al régimen de Maduro y tratarlo como una tiranía.

-¿Eso no se está haciendo ahora?

-No exactamente. Existen algunas sanciones a algunas empresas del Estado, como Pdvsa o el Banco Central, a algunas personas con cargos públicos, congelación de algunos bienes y activos de estas personas. Pero esto no representa ni el 5% de lo que implicaría activar la carta democrática que supondría imponer un bloqueo a Venezuela.

-¿EE.UU. participaría de ese bloqueo? Hay quienes piensan que la Administración Trump podría negociar con el régimen de Maduro por sus intereses petroleros y migratorios…

-El papel de EE.UU. a partir del 20 de enero, cuando tome posesión Donald Trump, es muy relevante. Durante su campaña Trump fue muy claro a la hora de abordar el tema migratorio y resulta que dentro de la migración venezolana (casi ocho millones, según ACNUR) hay grupos criminales como el Tren de Aragua o los pranes (líderes de los penales que extorsionaban desde dentro de las cárceles venezolanas), muchos de los cuales ya están libres y han salido del país y han viajado a otros, entre ellos, EE.UU. Eso también lo han hecho integrantes de otro grupo conocido como el Tren del Llano, que estaría formado por 4.000 personas. Todos estos grupos tiene como objetivo delinquir y no tienen miedo a nada. También existen pruebas de que el Tren de Aragua está vinculado al Cártel de los Soles, grupos militares que tienen relaciones con los cárteles de la droga. Y además funcionan como mercenarios de los que se sospecha son contratados para crear disturbios en distintos países, como en Chile en la época de Piñera. Trump estableció que este grupo estaba cometiendo graves delitos y dijo que los iba a deportar. Eso significa que puede ser una amenaza para la seguridad de los EE.UU., por lo que puede activar un grupo de leyes (título 50) para garantizar la seguridad nacional . Yo creo que Trump con esta activación de leyes va hacer también una revisión de las relaciones de las empresas petroleras que consiguieron licencias con Biden. Al régimen de Maduro le entra dinero por ahí. También creo que va a hacer una presión en la geopolítica alrededor de Rusia y China, que son los aliados tradicionales del régimen de Venezuela, y que lo han mantenido.

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-¿Cuándo comenzará a actuar Trump?

-La información que yo tengo es que después del 20 de enero, de que todos asuman sus cargos, a partir de marzo vamos a ver acciones.

-Para llevar a cabo estas acciones ha elegido un equipo de mano dura con gran conocimiento de la región…

-Creo que también puede implementar acciones de bloqueo económico y comercial al régimen, porque si bien ha habido sanciones no ha existido ese bloqueo.

-¿Cómo ha hecho con Cuba?

-O mayor, como ha ocurrido en otros países, como Haití… Una verdadera presión para que se produzca el cambio. No necesitamos una bota militar allí. No creo que sea necesario. También creo que van a haber más sanciones, se van a revisar más los esquemas de corrupción y de esta manera el presidente Trump se puede convertir con sus medidas en un cambio en la lucha para lograr la democracia en Venezuela.

-¿Cuál será el papel de la oposición después del 10 enero si Edmundo González no es presidente?

-Yo lo que veo es que comienza una nueva lucha de la resistencia venezolana dentro del contexto de las normas internacionales.

-Usted ha sido muy crítico con el papel de la Corte Penal Internacional, que después de años de denuncias de crímenes de lesa humanidad contra Nicolás Maduro y su círculo no ha avanzado en el proceso. ¿Cree que en algún momento dictará una orden de detención contra Maduro?

-No, no lo creo. La inacción del fiscal general, Karim Khan no tiene excusa, pero todavía tiene la oportunidad de redimirse porque la orden de captura contra Maduro y su cadena de mando sería un triunfo tremendo para la justicia y la democracia del mundo, de que no hay impunidad.

-¿En el escenario de transición pacífica ofrecido por Edmundo González desde su victoria hay espacio para una orden de detención?

-Yo soy un hombre de leyes y para mí tiene que haber justicia reparadora, a las víctimas hay que repararlas, y no se hace exonerando a los agresores, que tienen que se castigados. Se pueden perdonar, existen leyes de amnistía, indultos..., son decisiones del Ejecutivo. Creo que Edmundo González ha vendido esa idea tendiendo un puente de plata al adversario para llegar a un acuerdo y que ceda el poder para que la oposición llegue a la presidencia. De todas maneras, actualmente no hay realmente un sistema de justicia en Venezuela (todos los órganos judiciales están ocupados por el chavismo), primero habría que construirlo para que fuera juzgado, es lo que se conoce como la justicia transicional, pero eso se hace después de tener el poder.

-Si se produjera la improbable investidura de Edmundo González, la primera tarea sería recuperar las instituciones de Venezuela, todas ocupadas por el chavismo…¿Cuánto tiempo puede llevar eso?

-Se están haciendo estudios que hablan de hacer una reconstrucción de todo el país. Eso va a llevar su tiempo. Venezuela vive una especie de posguerra sin haber terminado la guerra porque todas las instituciones están coptadas, destruidas… Hay que construir unas nuevas y trabajar con las que quedarían para lograr institucionalizarlas en el tiempo. Si Edmundo González jura el 10 de enero, algo que yo no creo, va a tener un gran problema porque todas las instituciones están destruidas: TSJ, poder legislativo, la fiscalía, los sistemas de seguridad, policía, FFAA, los ministerios, los organismos de sanidad… Todo está destruido.