Katalin Tóth, embajadora de Hungría en Madrid: «Me alegra que España no se sume al boicot a Orbán»

En un encuentro con los medios, Katalin Tóth, embajadora de Hungría en Madrid, asegura que aquella es una acusación falsa. La diplomática enfatiza que su país ha apoyado todos los pactos de sanciones impuestos por la UE.

Las críticas hacia Orbán se desataron cuando decidió visitar a Putin en Moscú para intentar establecer las condiciones para negociar la paz con Ucrania, a los pocos días de haber asumido la presidencia del Consejo. Tóth, sin embargo, insiste en que aquella reunión Orbán no representaba a Europa. «No habíamos pedido autorización al Consejo porque fue una decisión como país soberano». Hungría, asegura Tóth, está comprometida a escuchar a las partes del conflicto, insiste la embajadora. Días antes de visitar a Putin, Orbán se reunió con Zelenski.

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Para la embajadora está claro quién es el agresor en este conflicto y sostiene que Ucrania tiene derecho a defenderse, pero considera que Rusia no abandonará su empeño y que vencerla en el frente no le «parece ejecutable». Por eso defiende la actuación de Orbán, que «no viajó para negociar la paz, sino para alcanzar un alto al fuego que dé pie a las negociaciones; sin ellas no hay nada». «Si Hamás e Israel negocian, ¿por qué Europa no quiere?», se pregunta Tóth. «No lo digo contra Ucrania, pero estamos ante una amenaza muy grande que necesita solución», y por eso «hay que tomar el liderazgo y hablar».

Tóth defiende que Hungría lleva a cabo la misión de ayuda más grande de su historia, en relación a la colaboración a Ucrania. «Nuestras fronteras están abiertas y más de un millón de ucranianos han cruzado», aunque destaca que la mayoría sigue huyendo a otros países como Alemania y España.

Polonia y los países bálticos han decidido boicotear la presidencia húngara, en protesta a la cercanía de Orbán con Putin. Pero no todos los miembros han secundado la idea. «Creo que algunos países reaccionaron muy pronto; mezclan la presidencia del Consejo con la presidencia de un Estado», asegura Tóth, que considera que la respuesta de esas naciones se debe a la cercanía con Rusia, pero que las reacciones se matizaban de acuerdo a la distancia geográfica. «Me alegré mucho de que España no se sumara al boicot», destaca la diplomática.

No habían transcurrido dos semanas de la nueva presidencia del Consejo y ya Alemania la había criticado. «Estamos en el día doce y ya ha causado mucho daño», valoró el portavoz adjunto del Gobierno alemán. Sin embargo, la embajadora Tóth subrayó que Alemania tampoco se sumó a la obstaculización de la presidencia de turno, separando las «declaraciones» de la «política».

Según Tóth, todos los Estados miembros han destacado la importancia de la agenda húngara, que incluye el desarrollo de una industria armamentística europea e independiente del resto de países. «Por la guerra, hemos comprado armas, pero no siempre apoyando a la industria europea». «Hay que dar un paso al frente en la industria defensiva y fomentar la cooperación entre los Estados miembros». Asimismo, la diplomática indica que «si hay cambios en Estados Unidos, no sabemos si podemos contar con el apoyo transatlántico, por eso es importante invertir», en referencia a una posible victoria de Donald Trump.