Redada en Alemania contra 53 mezquitas y otras propiedades islamistas que apoyan a Hizbolá

Como representante directa y financiada por el «líder revolucionario» iraní, el IZH difunde en Alemania la ideología de la llamada «Revolución Islámica» y lo hace «de manera agresiva y combativa», según un comunicado del Ministerio de Interior. «Para mí es muy importante hacer una distinción clara: no actuamos contra ninguna religión», ha subrayado la ministra Faeser, que se ha esforzado en aclarar que «la práctica pacífica de la fe y la religión chiítas no se ve expresamente afectada por la prohibición».

La IZH ya fue registrada en noviembre del año pasado. La primera redada tenía como objetivo obtener pruebas que han llevado finalmente a la actuación de hoy. «Las actividades anticonstitucionales del Centro Islámico de Hamburgo han terminado hoy», ha celebrado el alcalde de Hamburgo, Peter Tschentscher, «este día es bueno para nuestra sociedad, en la que el islamismo radical y el antisemitismo no tienen cabida». «Somos una ciudad hanseática cosmopolita, democrática y libre», ha insistido el alcalde, también socialdemócrata. «El Centro Islámico de Hamburgo ya es historia», ha declarado por su parte el senador regional de Interior Andy Grote, «el cierre de este puesto de avanzada del inhumano régimen iraní es un impacto real contra el extremismo islámico».

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La prohibición de la IZH ha formado parte del debate público alemán de los últimos diez años. En particular, partidos conservadroes y liberales como CDU, el FDP y el AfD habían hecho campaña a favor de ello en el parlamento regional. En noviembre de 2022, el Bundestag también pidió el cierre de la IZH y envió al gobierno federal una solicitud para que estudiara la prohibición. La asociación es considerada una extensión del régimen de los mulás iraníes, que difunde su propaganda islamista en Europa.

Las investigaciones no sólo se han llevado a cabo contra la IZH, sino también contra otros cinco clubes que se consideran de su entorno, como la Academia Islámica de Alemania en Alsterdorf. Según su propia información, es un centro de formación para eruditos y teólogos islámicos, pero la Oficina de Hamburgo para la Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior de alemania, lo calificó en 2017 como la «reorganización de la IZH». Se acusa a la IZH y a sus adláteres de violar el orden constitucional alemán. La propia IZH estaba siendo supervisado por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución desde 1993.

Tras el regreso del ayatolá Jomeini, durante la Revolución Islámica de 1979, la asociación cobró importancia en Irán y fue concebida por el gobierno de Teherán como un puesto de avanzada sujeto estrictamente a instrucciones del régimen. «La asociación tiene como objetivo difundir el concepto revolucionario de los líderes supremos [iraníes]», explican fuentes relacionadas con la investigación. Ejemplo de esta estrecha conexión es, por ejemplo, el director del centro, al que se conoce como «representante del Líder Supremo».

La Mezquita Azul estaba directamente conectada con la oficina del líder revolucionario y, en junio del año pasado, el Tribunal Administrativo de Hamburgo confirmó que la IZH podía calificarse de «institución extremista». Además, el Ministerio de Interior tiene pruebas de que el IZH ha estado apoyando a la organización terrorista libanesa «Hizb Allah» (Hizbolá), prohibida en Alemania. En Hamburgo, las autoridades de seguridad vigilan a unos 30 partidarios de Hizbolá que frecuentaban la Mezquita Azul.

Las supuestas conexiones con Hizbolá también atrajeron el año pasado la atención de la Fiscalía Federal, que, al mismo tiempo que las búsquedas de la IZH, tomó medidas contra los partidarios de «Hizb Allah» y dispuso de 20 apartamentos, oficinas y salas de clubes en la región de Hannover.

El procedimiento de prohibición se produce especialmente en el contexto del ataque de Hamás a Israel en octubre del año pasado y del apoyo a Hamás de Irán, que calificó el ataque como «punto de inflexión en la continuación de la resistencia armada». «En general, no toleramos la propaganda islamista ni la incitación antisemita y antiisraelí. Especialmente ahora es importante estar muy atentos y tomar medidas firmes», ha dicho la ministra alemana, «por eso investigamos con decisión cualquier sospecha razonable».