Israel y Hamás combaten a las puertas del principal hospital gazatí

El director del hospital, Mohammad Abu Salmiya, pudo comunicarse a última hora de la tarde del domingo con Radio Ashams, de Nazaret, y declaró que «estamos preparados para la evacuación, pero el Ejército israelí no lo permite debido a los intensos combates alrededor del hospital y la importante presencia de fuerzas, incluidos aviones, que impiden una evacuación sistemática o incluso la retirada de los cadáveres».

La presión es máxima en Al Shifa y la agencia Reuters, citando fuentes palestinas, informó de que el ataque israelí al hospital hizo que Hamás suspendiera las negociaciones abiertas para liberar a los más de 200 cautivos que tiene en su poder desde el 7 de octubre.

El Ejército niega ataques directos contra Al Shifa, pero admite combates a sus alrededores contra milicianos de Hamás. Israel insiste en que el cuartel general de los islamistas se encuentra bajo el centro sanitario de referencia de la Franja y ahora tendrán la oportunidad de comprobarlo. Los militares anunciaron su plan de evacuar a heridos y civiles del complejo médico, pero a lo largo del día no informaron de movimiento alguno.

La ministra palestina de Salud, Mai al-Kaila, explicó en rueda de prensa que las fuerzas israelíes «no están evacuando a la gente de los hospitales, están desalojando por la fuerza a los heridos a las calles, dejándolos expuestos a una muerte inevitable».

El portavoz militar aseguró también que entregaron 300 litros de combustible al hospital a primera hora de la mañana, pero acusó a Hamás de no permitir la entrada del combustible. El director del centro, Abu Salmiya, confirmó el intento de entrega, pero dijo que sólo aceptará el combustible si la entrega la realiza la Cruz Roja. Al Shifa es la prioridad, pero otros hospitales como Al Quds o Rantisi también están en el punto de mira israelí y debido a los ataques de los últimos días han tenido que suspender su actividad.

El único hospital operativo en la Ciudad de Gaza es Al Ahli y «está desbordado debido a la llegada de cientos de heridos», explicó el doctor Fadel Naim a través de X. Los israelíes acusan a Hamás de atrincherarse en los hospitales y usar a desplazados y heridos como escudos humanos.

Desde el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) recordaron a ambos bandos que no se pueden usar los hospitales como campo de batalla. En una entrevista concedida a Al Jazeera, Robert Mardini, director general de la organización, recordó a Israel que, «incluso si una de las partes utilizara un hospital como plataforma de lanzamiento de ataques, eso no justifica automáticamente que los hospitales sean atacados en un momento en que mujeres, niños y hombres están recibiendo tratamiento. Son santuarios que deben protegerse».

Hace tiempo que el sonido de las bombas silencia las advertencias de la ONU, el CICR o de otros organismos internacionales y ya son más de 11.000 los muertos en Gaza, la mayoría mujeres y niños. La OMS insistió un día más en que las cifras de fallecidos que ofrece el ministerio de Salud son fiables, como lo han sido en las anteriores ofensivas de Israel. Las autoridades gazatíes han perdido el control del norte de la Franja tras la entrada por tierra de Israel y ya no tienen la capacidad de seguir con el recuento de bajas.

Benjamín Netanyahu ofreció dos entrevistas a las cadenas CNN y NBC y, cuestionado por su responsabilidad en el colosal error de seguridad que se produjo el 7 de octubre, cuando Hamás superó la verja de seguridad y mató a 1.200 personas, respondió preguntado si «¿alguien hizo esta pregunta a Franklin Roosevelt tras Pearl Harbor? ¿Alguien hizo esta pregunta a George Bush tras el ataque sorpresa del 11-S?».

El primer ministro confirmó que hay negociaciones abiertas para lograr la liberación de los más de 200 cautivos en manos de Hamás y adelantó que «podría haber acuerdo (…) Pienso que cuanto menos hable de esto, más posibilidades hay de que se materialice». En su opinión, «la presión militar es lo único que puede generar un acuerdo, y si hay un acuerdo disponible, bueno, hablaremos de ello cuando esté disponible. Lo anunciaremos cuando llegue el momento».

Medios como 'Haaretz', citando fuentes próximas al proceso, aseguraron que este acuerdo «es cuestión de días» y podría suponer un intercambio de cien cautivos a cambio de cien presos de seguridad palestinos y varios días de pausa en los combates. Se trata de procesos complejos en los que ambas partes buscan garantías para que cumpla lo pactado y los días previos suelen estar marcados por un incremento de la violencia porque ambas partes quieren llegar lo más fuerte posible a la negociación para sacar el máximo. En este contexto se puede entender la rapidez de Israel en llegar hasta el corazón de la Ciudad de Gaza, al hospital Al Shifa, con el objetivo de intentar desmantelar el que ellos consideran el cuartel general del enemigo.