La inmigración y la economía hunden a Sunak ante los laboristas pese a su intento de mantener un perfil bajo

Las revueltas aguas dentro del Partido Conservador volvieron a su cauce con la llegada, a finales de octubre, de un nuevo premier: el millonario Rishi Sunak, que con 42 años se convirtió en la persona más joven en alcanzar ese cargo en más de dos siglos y también en el primero de origen indio. Su estrategia, clara desde el principio, se fue afianzando con el paso de las semanas: el joven que había aterrizado tras un meteórico ascenso político como ministro de Finanzas justo antes de la pandemia de Covid-19, período durante el cual fue la 'rock star' del gobierno tory, decidió apostar por un perfil bajo, distanciándose así de las polémicas de Johnson y de Truss. Pese a que el público británico, cansado de majaderías, pareció agradecer el enfoque del nuevo premier, no ha sido suficiente. La crisis se ha apaciguado pero no extinguido y las encuestas siguen dándole ventaja a los laboristas.

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Una de las últimas, cuyos resultados dio a conocer Techne UK, revela que los conservadores están 20 puntos por detrás del Partido Laborista, y que solo el 17% de las personas encuestadas apoyaría a los tories en las próximas elecciones, entre ellos, sólo el 51% de los votantes que en 2019 le dieron a Johnson la mayoría absoluta. Según recoge la prensa local, esto se traduciría en el Parlamento en una mayoría de 306 escaños para los laboristas, con los conservadores en un mínimo histórico de 103 diputados.

Y es que pese a sus esfuerzos, y más allá de los coletazos del Brexit y de las consecuencias del coronavirus, hay dos temas que se le han atragantado a los del bando de la derecha, sobre todo al premier, y que no tienen visos de solucionarse. De hecho, por momentos hasta da la impresión de que empeoran: el de la economía y el de la inmigración. Michela Morizzo, directora ejecutiva de Techne UK, aseguró tras conocerse los resultados de la encuesta que «las cosas siguen siendo difíciles para Rishi Sunak y su gobierno conservador» y que «en una semana en la que el Banco de Inglaterra se vio obligado una vez más a aumentar las tasas de interés, la 14ª tasa de interés consecutiva que ahora da una tasa del 5,25%, las «intenciones de voto siguen mostrando que los laboristas tienen una ventaja dominante de 20 puntos sobre los conservadores». «Con más y más británicos sintiendo la crisis del costo de la vida en sus bolsillos, no tengo dudas de que a corto y mediano plazo las cosas seguirán siendo difíciles» para los tories, añadió, y apuntó que aún hay esperanza. «Sin embargo, si pueden comenzar a reducir la inflación, esto podría ayudar a su posición a medida que avanzamos hacia el final del año».

Esta encuesta es una de las últimas pero no la única. Otros informes también dan cuenta del descalabro. Hace sólo un mes, los asesores de prensa del gobierno reconocieron en una presentación a funcionarios del número 10 que otras consultas demuestran que el 67% de la gente ni siquiera tiene claro cuáles son las prioridades del gobierno,

En este momento, Sunak está de vacaciones en California. Y entre bambalinas se comenta que una de las opciones que baraja para ver si él y su partido remontan ante la opinión pública a su regreso es una reorganización del gabinete, que, no obstante, tampoco se prevé radical. Una de las figuras sobre la que estarán puestos los focos es la de Suella Braverman, ministra del Interior y la mano ejecutora detrás de las ideas sobre política migratoria que tanta controversia han levantado en los últimos meses.

Por un lado, está la deportación de inmigrantes a Ruanda, una medida que de momento está paralizada después de que los jueces del Tribunal de Apelación declararan «ilegal» la expulsión al país africano de los solicitantes de asilo y personas migrantes que entran principalmente en pequeñas embarcaciones a bordo del Canal de la Mancha. Sunak manifestó entonces su desacuerdo con el fallo y declaró que «pediremos permiso para recurrir esta decisión ante el Tribunal Supremo», ya que una de sus principales promesas fue precisamente la de controlar las fronteras británicas.

Pero el punto más discutido en este momento es el del barco para inmigrantes 'Bibby Stockholm', con capacidad para alojar a hasta 500 personas, que el ejecutivo ha decidido que serán sólo hombres solteros, durante los próximos 18 meses, como poco. El enorme centro flotante para inmigrantes llegó a Portland, en Dorset, el 18 de julio, un mes después de lo previsto, y sólo horas después de que el parlamento aprobara el proyecto de ley sobre inmigración que muchas voces critican y que la ONU considera que es contrario al derecho internacional.

Fue el 5 de abril cuando el gobierno anunció en un comunicado que la embarcación, que permanecerá atracada, «reducirá la dependencia de hoteles caros y ofrecerá un sistema de alojamiento de asilo más ordenado, rentable y sostenible». «Actualmente», defiende el ejecutivo, «el alojamiento en hoteles para solicitantes de asilo le cuesta» a los contribuyentes «seis millones de libras esterlinas al día». «Este es un paso importante para avanzar en la prioridad del primer ministro y la ministra del Interior de detener las embarcaciones» que cruzan el Canal, y que el año pasado trajeron a tierras británicas a más de 45.000 personas.