Uno de los más comentados fue Terry Gene Bollea, mundialmente conocido como Hulk Hogan (o Hollywood Hogan en su versión 'maligna'). El otrora gran campeón de la WWE se subió al escenario para lanzar una arenga encendida hacia Trump, del que se declara ferviente seguidor y votante.
«Va a ganar en noviembre y cuando lo haga todos vamos a ser campeones de nuevo. Ha sido el mayor patriota y lo sigue siendo. Siempre ha dicho exactamente lo que piensa, e independientemente de las posibilidades, siempre encuentra la manera de ganar», expresó Hogan, totalmente venido arriba, que pidió el voto en noviembre para un Trump al que previamente ya había apoyado Dana White, responsable de la UFC, la principal promotora de las artes marciales mixtas del mundo.
El que fuera mítico luchador se refirió a Trump en términos como «gladiador», «héroe», «líder»... Totalmente desatado, Hogan acabó su 'speech' en el Fiserv Forum en Milwaukee realizando uno de sus grandes clásicos: se arrancó la camiseta que llevaba para mostrar otra que tenía debajo, la oficial de la papeleta republicana con Trump y su vicepresidente, J. D. Vance.
«Lo que pasó la semana pasada, cuando le dispararon a mi héroe y trataron de matar al próximo presidente de Estados Unidos...», voceó, mientras se arrancaba la camiseta: «¡Ya es suficiente! ¡Hagamos que la 'Trumpmanía' se desate! ¡Que la 'trumpmanía' gobierne de nuevo y haga América grande otra vez!», dijo.
El 'épico' final de Hogan, de 70 años (ocho menos que Trump), fue el colofón a un 'speech' que resumió lo que supuso para el candidato republicano su intervención en Milwaukee: una auténtica coronación que, salvo que los demócratas lo eviten (sea Biden o sea otro), le llevará directo de vuelta a la Casa Blanca.
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