La familia de Berlusconi acaba con los privilegios de las jóvenes que participaron en las fiestas 'bunga bunga'

El viejo líder y fundador de Forza Italia estuvo sometido al chantaje de una veintena de jóvenes participantes en sus festines en Villa San Martino, su lujosa residencia de Arcore (Milán). Durante más de diez años, las chicas que animaron sus fiestas nocturnas recibieron 2.500 euros al mes. Además, algunas tuvieron una serie de prebendas, como contratos en Mediaset, coches o dinero extra. Muchas también recibieron pisos o fueron huéspedes de apartamentos pagados por Berlusconi en la calle Olgettina en Segrate (Milán), de donde procede el nombre con el que son conocidas: 'Olgettine'.

Fue el propio fundador de Mediaset quien reveló en 2013 esos pagos durante una de las audiencias del proceso Ruby, en el que fue absuelto. Se conoció como 'Rubygate' al escándalo desatado por una serie de encuentros sexuales que Berlusconi mantuvo con Karima El Mahroug, de origen marroquí y conocida como Ruby Robacorazones, cuando era menor de edad. El fallecido político justificó los pagos a las jóvenes, que asistían a lo que él llamaba «cenas elegantes», como ayuda por el daño a su imagen y trabajo que habían sufrido y sufrían a causa de las investigaciones y juicios por prostitución.

Noticia Relacionada

El acuerdo al que han llegado los cinco hijos de Berlusconi para repartirse su millonaria herencia

Rocío F. de Buján

Con un patrimonio de 7.100 millones de euros, según Forbes, el político era el tercer hombre más rico de Italia

Ahora, los cinco hijos de Berlusconi escriben el último capítulo del 'bunga bunga'. Mientras aún está pendiente la sentencia del Tribunal Supremo sobre el proceso 'Ruby Ter' -el tercer juicio sobre el 'Rubygate', relativo a acusaciones de corrupción y falso testimonio ante la Justicia y cuya sentencia se espera en marzo-, las chicas invitadas a las «cenas elegantes» de Arcore tendrán que abandonar las villas y apartamentos que el ex primer ministro puso a su disposición. También se les han retirado las transferencias mensuales de 2.500 euros y los abogados de la familia Berlusconi les han enviado cartas certificadas de desalojo, con la petición de «devolución del inmueble». Por último, se ha marcado el 31 de diciembre como fecha límite para que las 'Olgettine' abandonen sus apartamentos, debido a la «extinción del contrato de préstamo» tras la muerte de Berlusconi.

La familia ha dicho basta. La difusión de algunas conversaciones telefónicas entre el líder de Forza Italia y las jóvenes reflejaron el chantaje al que se veía sometido Il Cavaliere. Dos de las jóvenes, Bárbara Guerra y Alessandra Sorcinelli, exmodelos, le gritaron por teléfono: «Estamos en la calle. No tenemos una lira. Danos 50.000 euros a cada una». Ante sus gritos histéricos, Berlusconi respondió con asombro, por el tono de la conversación: «Pero la semana pasada pagué 160.000 euros por el mobiliario de vuestra casa». Guerra estalló, enojada: «Esa casa no es míaaaa...». La referencia era a dos villas de un millón de euros cada una compradas por Berlusconi a las afueras de Milán.

La familia Berlusconi ha cerrado el grifo del dinero para las jóvenes y también para sus abogados, que llevan trabajando siete años en el proceso 'Ruby Ter', en el que ha habido 94 audiencias en los tribunales. Algunas de las mujeres se resisten ahora a perder sus pisos y la vida cómoda que tenían gracias a la generosidad de Il Cavaliere. Es el caso de Guerra, de 45 años. Sus abogados han hecho pública la grabación de una conversación telefónica de la mujer con Berlusconi, en la que el ex primer ministro le hizo esta promesa: «Al final del proceso [el 'Ruby Ter'], cuando los abogados nos den vía libre, te hago testamento de la casa. Te lo juro por mis hijos. Ahora no puedo, porque sería visto por los jueces como corrupción». Los abogados de Guerra han amenazado a la familia Berlusconi con presentar una demanda judicial si la desalojan del piso: «Si la familia Berlusconi no busca una conciliación, nos veremos obligados a presentar una demanda. También tenemos otro audio que demuestra el importante vínculo afectivo entre el ex primer ministro y Bárbara Guerra», manifestó su abogado Federico Sinicato.

Igualmente, Sorcinelli, de 39 años, que ocupa otra casa en el mismo complejo de lujo que Guerra, también está decidida a oponerse al desalojo. Ha asegurado que Berlusconi le había prometido tres millones de euros para compensar su participación en el escándalo 'bunga bunga'. «Demandaré a la familia Berlusconi. Tengo muchas grabaciones en las que emerge la gran humanidad del primer ministro y su deseo de darnos las casas», manifestó Sorcinelli al periódico 'Il Corriere della Sera'. Sorcinelli confesó que grabó sus conversaciones con Berlusconi «con el fin de tutelarme para el futuro. Espero que sus hijos quieran cerrar este asunto sin dejar a personas frustradas y enojadas que se vean obligadas a hacer causa para proteger sus derechos».

Algunas de las 'Olgettine' prometen «desahogarse» con declaraciones después del 5 de marzo, fecha en la que el Tribunal Supremo debatirá el recurso de apelación de la Fiscalía de Milán contra la sentencia absolutoria de todos los imputados en el 'Ruby Ter'. Es el caso de la dominicana Marysthell Polanco, que en el pasado hizo declaraciones explosivas: «He visto a Berlusconi tener sexo con Ruby dos veces cuando era menor de edad. En el proceso, he mentido», manifestó al 'Daily Mail', confesando también que el propio ex primer ministro la instruyó sobre lo que debía decir en el juicio. Ahora, Polanco ha manifestado: «Hablaré en marzo, porque ahora todavía estamos en juicio».

La mayoría de las llamadas 'Olgettine' viven en diversos lugares y con vidas diferentes, desaparecidas en el anonimato o aferrándose a un fragmento de notoriedad que les dio el 'bunga bunga'. La gran protagonista, Karima El Mahroug, cuyo sobrenombre Ruby bautizó la serie de procesos sobre las «cenas elegantes», tiene hoy 30 años y vive en Génova con su compañero, Daniele, con el que abrió un restaurante y tiene una niña.

Ruby hizo estallar el escándalo cuando, acusada de robo en mayo de 2010, fue llevada en un coche de la Policía a la comisaría. Posteriormente, trascendió la llamada telefónica de Berlusconi, indicando que se había enterado de que era sobrina del entonces presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Una versión que nadie creyó. En 2011, Ruby recibió de Berlusconi «un pago de 5 millones de euros realizado a través del banco Antigua Commercial Bank de Antigua a una cuenta en un banco en México», según declaró a la agencia italiana ANSA Egidio Verzini, que en ese año fue abogado de la joven y que decidió «renunciar a la obligación de secreto profesional» por un «deber ético y moral». Por su parte, los abogados de Berlusconi replicaron que era falso. El proceso Ruby por el 'bunga bunga' acabó con la absolución de Il Cavaliere en el tribunal de apelación.

Detrás de la decisión de la familia Berlusconi de cerrar definitivamente el grifo a la veintena de mujeres implicadas en los distintos juicios Ruby, está la clara intención de dar una señal decisiva e inequívoca con el pasado. Además de razones de oportunidad jurídica y económica, la familia de Berlusconi desea olvidar un periodo que avergüenza por los excesos del ex primer ministro por y las presiones y chantajes a los que fue sometido por sus invitadas a Arcore, ensombreciendo su mandato.