La estrategia negociadora de Moscú sobre Ucrania, según un informe próximo a la nueva KGB: «Una resolución pacífica no puede darse antes de 2026»

Algo que destaca la publicación americana es que varias declaraciones de Putin en las últimas semanas concuerdan con las líneas de actuación descritas por el documento. Pero sin pretender con ello establecer un nexo directo de causa y efecto.

Lo que destaca en este escrito es que se recomienda que el Kremlin debería trabajar para debilitar la posición negociadora de Estados Unidos sobre Ucrania avivando las tensiones entre la administración Trump y otros países. Concretamente con Europa y China. Mientras impulsa los esfuerzos por desmantelar el Estado ucraniano. «En realidad, el actual régimen de Kiev no puede cambiarse desde dentro del país. Es necesario su desmantelamiento completo», afirma.

También sugiere rechazar los planes preliminares del presidente Donald Trump para un acuerdo de paz en un plazo de 100 días, calificándolos de «imposibles de realizar». Y afirma que «una resolución pacífica de la crisis de Ucrania no puede darse antes de 2026».

Además, exhorta a rechazar el plan para enviar fuerzas de paz a Ucrania, como han sugerido algunos países de Europa. Y a insistir en el reconocimiento de la soberanía rusa sobre los territorios ucranianos que ha ocupado. «También señala la necesidad de exigir una mayor división con la creación de una zona de amortiguación en el noreste de Ucrania, en la frontera. Con regiones rusas como Briansk y Belgorod. Así como una zona desmilitarizada en el sur de Ucrania, cerca de Crimea, que Rusia se anexionó ilegalmente en 2014. Esta última afectaría a la región de Odesa», describe 'The Washington Post'.

Al tiempo que el medio norteamericano destaca que el ofrecimiento de Putin de minerales críticos a Trump ha sido una forma de desviar el interés de Trump por Ucrania, para boicotear su posición de negociación. Un detalle que de facto llevó a cabo Putin y que también aparece en el documento.

El documento indica que Putin deben buscar en primer lugar normalizar las relaciones entre Washington y Moscú, a través de la recuperación del personal diplomático en las embajadas de ambos países. Y con el nombramiento de Alexander Darchiev como embajador de Rusia en Estados Unidos.

Asimismo, no olvida abordar el detalle del armamento. El escrito indica no situar los misiles balísticos rusos de alcance intermedio Oreshnik, en Bielorrusia, en la frontera con la UE. Siempre y cuando EE.UU se comprometa a no desplegar nuevos sistemas de misiles en el continente. Y el documento también contempla detener el suministro de armas de Rusia a países considerados «poco amigos» de Estados Unidos. A cambio, los estadounidenses se comprometerían a dejar de armar a Ucrania.

Y otro detalle es que el documento insta a primeras a rechazar las propuestas iniciales hechas por el enviado especial de Trump para Ucrania, el teniente general retirado Keith Kellogg, para un acuerdo de paz. En el que un elemento a sugerir sería la cesión por parte de Ucrania de territorios tomados por Rusia. Y el acuerdo de Kiev de no intentar recuperarlos en el futuro a través de medios militares o diplomáticos.

Cuando el medio americano preguntó a los rusos sobre este informe, el portavoz ruso del Kremlin, Dmitry Peskov afirmó que Moscú «no estaba al tanto de ellas». En suma, no les consta, porque buscan opciones más meditadas. Pese a ello, unos días después, 'The Washington Post' también publicaba unos informes clasificados de la inteligencia estadounidense, con fecha del 6 de marzo, con una evaluación de la situación que indicaban que Putin sigue decidido a «dominar» Ucrania.

A la luz de este tipo de documentos, Thomas Graham, director sénior para Rusia en el Consejo de Seguridad Nacional durante el gobierno de George W. Bush y actual miembro del Consejo de Relaciones Exteriores señala que lo cierto es que Rusia «no está interesada en una pronta resolución de la crisis de Ucrania», sentencia. Un cese de las hostilidades que no tenga en cuenta el tema de la OTAN no le interesa a Rusia. «Y Trump no parece entenderlo», señala Graham.

Y 'The Washington Post' indica que los expertos a los que consultaron le comentaron que Moscú aún tiene múltiples maneras de retrasar el acuerdo. «El camino hacia cualquier acuerdo de paz a largo plazo sigue siendo peligroso», señalaron.

No en vano, Zelenski ya advirtió en una entrevista con el podcaster estadounidense Lex Friedman que si bien hoy Putin le tiene miedo a Trump tan pronto como el magnate acepte un alto el fuego sin garantías formales de seguridad para Ucrania, le dará EL pase a Putin. «Trump viene por cuatro años, y en el quinto año vendrá Putin con una nueva guerra», afirmaba. Y añadía: «Se preparará, y tendrá en cuenta todos los errores».