Las disputas en el seno de Morena podrían provocar la pérdida de Ciudad de México

Diversos sondeos publicados en la prensa capitalina le asignan una ventaja al oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de siete puntos sobre el Frente Amplio opositor, que integran el Partido Acción Nacional (PAN) y el histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI). Poco o nada que ver con la contienda presidencial, donde Sheinbaum lleva una ventaja de aproximadamente 20 puntos.

Días atrás el tema llegó hasta la conferencia matutina de Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional. Al ser consultado por lo competida de la elección capitalina, el mandatario replicó: «Es que la ciudad ya se derechizó«.

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La candidata de Morena es Clara Brugada, que viene de gobernar la delegación de Iztapalapa, una de las delegaciones más pobres e inseguras de la capital. Y su rival es Santiago Taboada, que hizo lo propio en Benito Juárez, una zona de clase media y servicios de buena calidad.

«Cuando en una elección la diferencia es de menos de 10 puntos, como sucede en la Ciudad de México, ya pesa más el factor de la participación. Y esta medido que en las zonas donde Morena es fuerte, o sea en las de clases bajas y medias bajas, la participación es menor que en las zonas de clase media y media alta, donde tiene más chances la oposición», explica a ABC el consultor de campañas Mentor Tijerina.

Hace tres semanas Brugada y Taboada disputaron su primer debate marcado por constantes ataques de la candidata de Morena a su rival, a quien acusa de haberse enriquecido por presuntos negocios de corte inmobiliario.

«En el debate Brugada fue muy hostil con Taboada lo cual es propio de cuando la contienda esta disputada, cuando el primero lleva una ventaja muy clara, le conviene más transitar sin atacar demasiado a sus rivales», comenta a esta redacción Iesus Meade, titular de la firma encuestadora Territorial.

Taboada hace campaña con un discurso basado en la seguridad, que es un aspecto a preservar en la capital si se consideran las postales violentas del resto del país, pero también le agrega agenda social como apoyos a madres solteras y cobertura de salud para niños.

Brugada, por su parte, propone luchar contra la corrupción, invertir en acceso a la vivienda y tiene una lectura de la seguridad de corte más bien «humanista».

Parte de la dificultad que tiene Morena frente a la contienda capitalina viene del momento complejo que viven Sheinbaum y Brugada. Ocurre que la candidata a la presidencia quería ubicar como su sucesor en la Ciudad de México, que ella viene de gobernar, a quien fuera su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.

García Harfuch estaba bien evaluado en los sondeos, pero el presidente optó por darle la candidatura capitalina a Brugada, que responde a los sectores más radicalizados de su administración. Esa determinación generó una brecha que ambas candidatas no han terminado de subsanar.

Sheinbaum gusta de presentarse como la heredera de un progresismo de corte más tecnocrático y moderado, mientras que Brugada reafirma permanentemente los postulados ideológicos de la izquierda que gobierna esta capital desde 1997.

Es una confrontación en desarrollo porque si Brugada triunfa en la capital, es probable que desde el día uno de su administración comience a generar su proyecto presidencial hacia el 2030.

Es tan fuerte la disonancia que ofrece imágenes inesperadas, como el hecho de que el influyente sindicato de empleados de capital se ha sumado a la campaña de Taboada y no a la de Morena. Desde el entorno de Brugada ven la mano de Sheinbaum detrás de ese movimiento.

O el hecho de que la justicia de la Ciudad de México, donde Sheinbaum tiene mucho peso, ha dejado de investigar las acusaciones de supuesta corrupción que involucran a Taboada.

La elección de medio termino en 2021 no fue positiva para Morena en la Ciudad de México. Con Sheinbaum como jefa de gobierno, perdió la mitad de las delegaciones y desde allí López Obrador comenzó a hablar de que la capital mostraba más afinidad con el pensamiento de derechas porque buena parte de su población es de clase media. «Sí, hay un sector de la clase media que siempre ha sido así, muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole. Es increíble cómo apoyan a gobiernos corruptos, increíble», expresó el presidente.

«En la elección pasada la mitad de la capital votó contra Morena, más que derechización hay que identificar cuáles son los temas que llevan al elector a estar contra el gobierno, y son temas que tienen mucho que ver con la gestión», explica Tijerina.

«A la izquierda le pesan demasiados años de gestión en la capital lo cual siempre desgasta pero fundamentalmente que Morena no ha encontrado una tónica, un discurso de qué ofrecerle a esos sectores que tienen las necesidades básicas ya cubiertas», agrega Meade.