Declaran muerta por error a una mujer con demencia y fallece a los dos días tras no poder respirar en la bolsa para cadáveres
Fueron los miembros de la funeraria los que descubrieron que la paciente, de 66 años, estaba respirando con dificultad dentro de la bolsa para cadáveres
Muere un hombre al decretar su muerte y meterlo en una cámara frigorífica por error
Glen Oaks, la residencia para enfermos de Alzheimer donde dieron por muerta a la mujer
La residencia para enfermos de Alzheimer Glen Oaks, en Urbandale, Iowa, ha sido condenada a pagar una multa de 10.000 dólares a los familiares de una mujer de 66 años que fue dada por muerta por error.
Los hechos ocurrieron el pasado 3 de ... enero cuando una enfermera del centro residencial declaró el fallecimiento de la mujer, enferma de demencia y en tratamiento por ansiedad.
La paciente había ingresado poco tiempo antes en las instalaciones y había sufrido un deterioro de salud, hasta el punto de que, en el citado día del flagrante error, su ausencia de respuesta a los estímulos médicos llevaron al personal a declararla muerta y avisar a su familia.
Sin embargo, cuando en la funeraria se dispusieron a preparar el cuerpo, abrieron la bolsa del cadáver para descubrir que estaba viva y que luchaba por respirar dentro de la tela, cerrada con cremallera.
Fue entonces trasladada de urgencia al hospital aunque había sufrido graves consecuencias por la pérdida de aire, lo que redujo aún más su ya de por sí tocada salud.
La fallecida había ingresado en la residencia en diciembre tras recibir su diagnóstico de demencia
La mujer tenía una orden de no resucitar por lo que pese a las complicaciones fue enviada de vuelta a la residencia, donde falleció dos días después.
Ahora, el centro, propiedad de una macroempresa de Dallas con instalaciones por todo el país, tiene un mes para decidir si accede a pagar la multa o se enfrenta a un juicio para defender su actuación en los hechos.
Multados por su gestión durante la pandemia
Desde que abrió sus puertas en 2001, la residencia ha recibido cerca de una docena de denuncias, algunas de ellas por haber mezclado a pacientes enfermos de covid con otros sanos durante la pandemia.
El 'New York Times' trató de obtener declaraciones por parte del personal del centro, pero no lograron respuesta alguna, excepto la de un miembro del staff que les aseguró que tenían prohibido referirse al tema.
La mujer al frente de la residencia, Lisa Eastman, emitió un comunicado en el que reforzaban su compromiso con todos sus pacientes «especialmente en el final de sus días» al tiempo que justificaban que todo su personal realiza cursos sobre enfermedades cognitivas de manera regular para atender con más precisión a sus residentes enfermos.
Por su parte, la familia de la fallecida también ha optado por guardar silencio mientras se esclarece todo lo ocurrido y se resuelve de manera definitiva la triste situación.
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