Las locas aventuras de Boris Johnson: de intentar 'hackear' Google a quedarse colgado en un puente
Las excentricidades del exPrimer Ministro británico marcaron su mandato... que puede volver
Johnson aterriza en Londres para preparar su nuevo asalto al poder
Los tres escenarios posibles para salir del embrollo político en el Reino Unido
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Iniciar sesión«Hasta la vista, baby». Con estas palabras se despidió Boris Johnson de la Cámara de los Comunes en su último discurso como Primer Ministro... hasta el momento. La temprana caída de Liz Truss ha colocado a este excéntrico periodista de nuevo ... en la carrera para Downing Street, y de hecho ya ha cortado sus vacaciones en República Dominicana para volver a Londres. Lo que hace unos meses parecía impensable ahora es una posibilidad más que factible.
Johnson ha sido uno de los personajes con mayúsculas de la política mundial en los últimos tiempos. Comandante en jefe del Brexit, su mandato acabó anclado a la polémica por las fiestas que él y su gabinete dieron durante el confinamiento en la pandemia. Por el camino, dejó una cantidad de fotos, frases y situaciones que caminan entre el esperpento y el surrealismo.
El 'hackeo' a Google
Boris Johnson es una máquina de dar titulares. Tanto, que llegó a levantar sospechas sobre su verborrea. En 2019 se llegó a convertir en tendencia en las noticias cada vez que hablaba, hasta el punto de que expertos llegaron a considerar que era una táctica: si hablaban sobre él, no hablarían sobre lo importante.
En plena campaña del Brexit, Londres se llenó de autobuses con mensajes contrarios a la salida de la Unión. En ese momento, Johnson dio una entrevista en la que hablaba de una curiosa afición: pintar autobuses en cajas de vino. El resultado: cuando se buscaban en Google noticias sobre los autobuses londinenses, salían las declaraciones de Johnson en lugar de las referidas a la petición al 'No' del Brexit.
Coincidiendo con la aparición de su nombre en los tabloides sobre una supuesta relación con la modelo Jennifer Arcuri, él dio un discurso en el que se defendió de quienes le acusaban de usar lenguaje violento diciendo que era un «modelo de moderación». De nuevo, modificó los resultados de las búsquedas del término 'Boris Johnson modelo' y evitó una crisis con su pareja, hoy esposa, Carrie Symonds.
Nunca confirmó si esta estrategia fue intencionada o no, pero lo cierto es que dio resultado. «Con la cantidad de prensa que tiene a su alrededor, no podemos descartar la posibilidad de que alguien de su equipo esté diciendo: 'Solo ve y habla de otra cosa y esta es la palabra que quiero que uses'», señalaba un informe de Parallax, una empresa especialista en posicionamiento en buscadores en internet y tácticas SEO.
Boris Johnson y el deporte: una relación compleja
Boris Johnson es un gran aficionado al deporte, lo que ha propiciado escenas que están marcadas a fuego en la mente de muchos. Cuando se ha calzado unas botas de fútbol, tanto de portero como de jugador de campo, ha demostrado más ganas que capacidades.
Para el recuerdo, la tremenda entrada que realizó sobre el exfutbolista Maurizio Gaudino durante un partido amistoso benéfico (!) entre Inglaterra y Alemania. Pocas veces el que fuera centrocampista de Stuttgart o Manchester City entre otros recibió semejante patada.
Uno de mis momentos favoritos de Boris Johnson. Su entrada a Maurizio Gaudino durante el partido benéfico entre Inglaterra y Alemania en el Madejski Stadium en 2006. pic.twitter.com/fl4zowhb5B
— Álvaro Ramírez (@AlvaroRam1rez) July 7, 2022
Este vídeo es toda una declaración de intenciones. La agresividad es una característica clara de la idiosincrasia de Johnson, y si tiene que emplearla para conseguir sus fines, lo hace... incluso contra niños.
Otro de sus momentos deportivos estelares: hacerle un 'tackle' (una carga) a un niño de unos 8 o 9 años durante una exhibición de rugby. El pequeño salió ileso, por si quedan dudas.
boris rugby tackling a child is so funny to me pic.twitter.com/0VXOaCjkBV
— kitty '05 (@empty_skz) February 2, 2021
Los hechos y costumbres de Boris Johnson
Hay un concepto que se ha popularizado con el paso del tiempo y la creciente popularidad del ínclito político: Boris Johnson haciendo cosas. No hay día o semana de su mandato (y antes) en los que no hubiera una escena, una foto o un vídeo en el que Johnson sacara una sonrisa, alguna vez nada amable, a los lectores. Estos son algunos ejemplos:
Boris Johnson usando una fregona. De no contar con otra persona a su lado fregando en condiciones, ese suelo hubiera quedado impracticable.
When you’ve used a mop before pic.twitter.com/78eq8XdSAR
— Patrick Maguire (@patrickkmaguire) November 10, 2019
Boris Johnson cantando en una guardería. En plena campaña electoral en 2019, el exlíder conservador decidió hacer suyo la bíblica frase «Dejad que los niños se acerquen a mi». La escena que dejó fue muy comentada: «Como ha renunciado a verse con votantes reales, ha decidido cantar con niños que no le harán preguntas incómodas».
Looks like Boris Johnson has abandoned the idea of meeting real voters, & is now singing nursery rhymes with the little ones, who don't ask awkward questions. #GE2019 #GeneralElection19 pic.twitter.com/towBgTvQfu
— Haggis_UK 🇬🇧 🇪🇺 (@Haggis_UK) November 14, 2019
Boris Johnson elogia a Peppa Pig. «Vivimos en una simulación» fue la reacción de muchos británicos al escuchar a su Primer Ministro hablar sobre las bondades del 'Peppa Pig World', el parque temático centrado en el popular personaje de dibujos animados. En su discurso (largo y entre murmullos de los presentes), destacó la seguridad de ese mundo ficticio y la disciplina de sus escuelas.
Los empresarios de la Confederación de la Industria Británica presentes no se lo podían creer cuando escucharon decir de boca de Johnson: «¿Quién hubiera creído que un cerdo que parece un secador de pelo o posiblemente un secador de pelo tipo Picasso, un cerdo que fue rechazado por la BBC, se exportaría ahora a 180 países con parques temáticos tanto en Estados Unidos como en China?».
Boris Johnson ha alabado el ingenio del empresariado británico poniendo como ejemplo a Peppa Pig tras perder el orden de sus anotaciones en su discurso https://t.co/6sVKtoaAAX pic.twitter.com/fjN9HeI8Y6
— Europa Press (@europapress) November 22, 2021
Boris Johnson tirando de una cuerda. El popular 'sogatira', un juego que se practica en todo el mundo, sirvió como metáfora de la manera en la que Johnson se aferró a su cargo en los últimos días de su mandato. Pese a que las informaciones de prensa le acorralaban por el 'Partygate', él insistía en quedarse.
— No Context Brits (@NoContextBrits) July 7, 2022
Boris Johnson, banderas en mano, se queda colgado. Uno de sus 'greatest hits' ocurrió en su etapa como alcalde de Londres. En 2012, coincidiendo con los Juegos Olímpicos en la capital británica, decidió que era buena idea ponerse un arnés y tirarse en tirolina, banderas en mano, en Victoria Park. Se quedó atascado a la mitad y tuvo que pedir que le rescatasen. Estuvo cinco tensos minutos ahí colgado.
La copertina dell'@TheEconomist si riferisce a quando #BorisJohnson era sindaco di Londra e nel 2012 entrò a Victoria Park dove si svolgevano le Olimpiadi, appeso alla teleferica alta 320 metri. Johnson rimase sospeso in aria per 5 minuti dopo che la teleferica si era bloccata. pic.twitter.com/G2g55KLm9l
— Vincenzo Pastore (@VincePastore) July 7, 2022
¿Qué más aventuras de parará Boris Johnson, si finalmente llega a recuperar el poder? Esa es la gran pregunta que tienen que hacerse los británicos, cuya respuesta aún está en el aire.
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