Berlusconi y su vida de escándalos: 36 casos judiciales, Ruby Rompecorazones, el 'duomazo'...
El exprimer ministro dejó una vida plagada de juicios y polémicas, siempre bajo su fuerte y carismático carácter
Berlusconi ha muerto a los 86 años
Perfil | Magnate y primer populista de Italia
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Iniciar sesiónSólo hay que hacer una simple búsqueda en Google para comprobar cuál es la palabra que más se repite al lado de las noticias sobre Silvio Berlusconi: escándalo. La muerte de 'Il Cavaliere' deja tras de sí un carácter único y polémico, un ... auténtico huracán mediático y una máquina de dar titulares, normalmente entre el esperpento y la sordidez, que le hicieron mella hasta cierto punto.
El que fuera presidente del mejor Milan de la historia, creador de una forma de hacer televisión con Mediaset y uno de los Primeros Ministros que mejor supo bailarle las aguas a régimenes democráticos y antidemocráticos a la vez cuenta con una biografía que le hizo pasar varias veces por los juzgados, siempre con la espada de Damocles hasta los últimos instantes de su vida.
Aunque no son todos, porque eso daría no para un artículo sino para una enciclopedia, estos son algunos de los principales escándalos de una vida que, más alllá de adjetivos, se puede calificar como única. Sólo hay que señalar un dato: a lo largo de su trayectoria estuvo envuelto en 36 casos judiciales.
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La ingente cantidad de escándalos que coparon su vida son casi inabarcables. El 'caso P3' de espionaje político y empresarial, el soborno a su abogado David Mills para que testificara a su favor, el caso Unipol sobre la compra fraudulenta de la compañía de seguros, el 'Lodo Mondadori' sobre la situación económica de esta editorial... Pero sobre todos ellos, dos por encima: el fraude fiscal de Mediaset y el 'Rubygate'.
Escándalos económicos: el fraude fiscal de Mediaset
Este antiguo cantante en cruceros turísticos se hizo un imperio de la comunicación que comenzó en 1992, cuando consiguió acabar con el monopolio de la RAI mediante una nueva cadena de televisión llamada 'Canale 5': había nacido Mediaset.
Como quedó demostrado años después (muchos años después), Berlusconi creó una maraña de empresas con las que conformó una red offshore en paraísos en los que evadía sus obligaciones fiscales. Mediaset pasó de ser un grupo marginal a comprar los derechos televisivos deportivos a unos precios ingentes, lo que le habría obligado a declarar unos impuestos proporcionalmente altos: él los declaraba como gastos deducibles o bien como compras hechas a unas empresas... que en realidad pertenecían a la propia Mediaset.
'Canale 5' fue la primera televisión de Mediaset sobre la que basó su emporio en la comunicación, luego exportado a otros países como España
Todo ello coincidió con el asalto al poder de Berlusconi, por lo que este caso quedó bajo el velo de los intereses políticos propios y de sus rivales, lo que hizo que no fuera hasta 2006 cuando se confirmó la acusación de fraude fiscal, falsificación de cuentas y corrupción. En 2013 fue condenado a cuatro años de prisión, pero una amnistía gubernamental y su avanzada edad le permitieron librarse en forma de arresto domiciliario.
Escándalos sexuales: prostitución de menores y el 'Rubygate'
Silvio Berlusconi fue, durante muchos años, el prototipo perfecto del millonario machista que aprovecha su posición para beneficiarse y no solo económicamente. Su gusto por las mujeres jóvenes traspasó la línea legal cuando fue acusado de sostener una red de prostitución de menores, a quienes invitaba a fiestas en sus lujosas residencias, bien el Palacio Grazioli de Roma, donde tenía una gigantesca cama que le había regalado su amigo Vladimir Putin, por la mansión lujosa de Villa Certosa, en Cerdeña, o por la enorme residencia San Martino en Arcore (Milán), donde pasó su última época.
El nombre sobre el que se sustenta esta acusación es el de Karima el Maroug, una chica marroquí conocida como Ruby Rompecorazones, que dio pie al bautismo del 'Rubygate'.
Todo comenzó en 2009, cuando Berlusconi fue al 18º cumpleaños de una aspirante a modelo y presentadora llamada Noemi Letizia. Esta fue la primera vez que se pudo demostrar que Berlusconi había, al menos, acudido a fiestas con mujeres menores de edad. Lo que pasaba en esas fiestas es lo que hizo que se empezara a hablar de una red organizada de prostitución, en la que algunos empresarios le conseguían a las chicas para unas juergas en las que había alcohol y otras sustancias.
Mientras las fotos de las fiestas, que se bautizaron como 'Bunga-Bunga', goteaban en la prensa, su segunda esposa, Verónica Lario, se divorcia de él ante el escándalo. La respuesta de Berlusconi fue confirmar que él estuvo en dichas fiestas pero que no había tenido «relaciones picantes con ninguna menor».
Los testimonios de las mujeres empezaron a gotear, tanto en la prensa como en sede judicial, e implicaban el pago por realizar servicios sexuales. Berlusconi afirmó que todo era una persecución mediática en su contra, pero el empresario que presuntamente le gestionaba este tipo de fiestas, Gianpaolo Tarantini, acabó detenido.
No llegó a apagarse nunca este fuego, especialmente porque en 2010, quedó registrada una llamada de Berlusconi a una comisaría para que liberaran a una chica de 17 años llamada Karima el Maroug, aunque quedó para la posteridad con su nombre profesional: Ruby Rompecorazones.
Los «bunga bunga», las fiestas con orgías que marcaron el declive de Berlusconi
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Según afirmó el por entonces ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, Berlusconi llamó a la comisaría para informarse de la situación de una sobrina de Hosni Mubarak, presidente de Egipto. Nunca quedó demostrado que fuera tal parentesco, pero sí que la chica había robado 3.000 euros y joyas, mientras 'Il Cavaliere' afirmaba que él solo la había enviado para acompañar a una de sus principales asesoras, Nicole Minetti. Ella, el sospechoso agente de espectáculos Lele Mora y su amigo el periodista Emilio Fede acabaron siendo señalados como los principales acusados de toda la trama.
Ruby fue la artífice de que todas las acusaciones de prostitución de menores contra Berlusconi quedara bautizado como 'Rubygate', algo que perseguiría a Berlusconi toda la vida. Los fiscales del caso, Pietro Forno y Antonio Sangermano, acabaron afirmando que las residencias de Berlusconi eran auténticos prostíbulos gestionados por los colaboradores de un Berlusconi que invitaba a otros políticos (se publicaron fotos del primer ministro checo, Mirek Topolanek, en evidente actitud sexual, erección incluida, al lado de varias mujeres semidesnudas) para conseguir favores.
Berlusconi quedó absuelto, pese a que se demostró que había pagado a la madre de la chica que destapó todo, Noemi Letizia. Minetti, Mora y Fede aún tuvieron que pasar unos años más por el juzgado.
Italia se cansa de Berlusconi: el 'duomazo'
Aunque Berlusconi gozó de una enorme popularidad entre sus seguidores, el caso Ruby y la sucesión de escándalos acabaron por hacerle perder la ascendencia sobre los italianos.
Conforme se iban produciendo los casos y se destapaban las actitudes del expresidente, que llegó a estar al frente del Gobierno aún así tres veces (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011), las crecientes ansias de cambio y limpieza en la política italiana que él prometió y que nunca cumplió llegaron a traslucir en un creciente hartazgo contra Berlusconi.
El mejor ejemplo de que había perdido una buena parte del cariño del público fue el incidente de la figura del Duomo de Milan. En diciembre de 2009, tras un mítin, Berlusconi se estaba dando un baño de masas cuando Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que luego quedó demostrado que tenía problemas psiquiátricos, le lanzó una réplica de las típicas que compran los turistas. Le produjo varias fracturas.
Pese a todo, y tras dimitir en 2012, Berlusconi nunca se alejó de la política, hasta el punto de presentarse de nuevo a las elecciones generales de 2018 con el partido 'Forza Italia'. En su resurrección política (y deportiva: también se hizo con el Milan) no cesaron los escándalos, como sus insultos hacia Giorgia Meloni, a la que apoyó en forma de coalición. La llamó «prepotente, arrogante y ofensiva» y la tildó de «perdonavidas». La Primera Ministra le ha despedido como «un luchador valiente».
Como resumen, una frase (una de tantas) que dio él mismo recientemente: «En la noche me miro al espejo y parece que veo a Al Capone». Él, a diferencia del mafioso, no llegó a pisar la cárcel.
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