El asesinato de tres niñas y la desinformación posterior sumen al Reino Unido en el caos
«Esto no es protestar, es comportamiento criminal no es un luto por la muerte de esas niñas inocentes en Southport», dice la comisionada de policía Susan Dungworth
El asesinato de las tres niñas provoca el primer incendio político a Starmer

El Reino Unido se encuentra sumido en el caos tras el brutal asesinato de tres niñas en Southport, Liverpool, el pasado lunes, y la ola de desinformación que siguió al ataque, que desencadenó una serie de disturbios violentos en todo el país. La ... comunidad de Southport, normalmente un lugar de tranquilidad y recreo, se ha convertido así en el epicentro de una tragedia que ha desencadenado una serie de eventos dramáticos que amenazan con repetirse.
El ataque tuvo lugar durante un evento temático de Taylor Swift en una escuela de danza que se convirtió en un escenario de horror cuando Axel Muganwa Rudakubana, un joven de 17 años, irrumpió en el taller armado con un cuchillo de cocina. El joven, nacido de padres ruandeses en Cardiff y residente en Banks, Lancashire, fue detenido y acusado de tres cargos de asesinato, diez de intento de asesinato y posesión de un arma blanca. Las víctimas: Bebe King de seis años, Elsie Dot Stancombe de siete años y Alice Dasilva Aguiar de nueve años, fueron asesinadas en un ataque que dejó a otras ocho personas heridas, cinco de ellas en estado crítico.
La respuesta inmediata al ataque fue de conmoción y dolor, pero rápidamente se vio empañada por una ola de desinformación en la que proliferaron falsas narrativas sobre la nacionalidad y religión del atacante, que hicieron explotar graves tensiones en cuya base se encuentra la discusión sobre la inmigración y el racismo.
En cuestión de horas, las redes sociales se inundaron de contenido falso, diciendo por ejemplo que el sospechoso era un inmigrante musulmán que había llegado de forma ilegal al país en una embarcación a través del Canal de la Mancha. Incluso se difundió que el atacante se llamaba Ali Al-Shakati, nombre también falso, pero la desinformación corrió como la pólvora.
El martes por la noche, las calles de Southport se convirtieron en el escenario de violentas protestas, que acabaron con más de cien detenidos y medio centenar de agentes heridos, y que se exacerbaron hasta acabar este viernes por la noche con violentos choques entre los alborotadores de extrema derecha y la policía.
En esta localidad inglesa la situación se volvió especialmente crítica cuando una estación de policía fue incendiada y una oficina de Citizens Advice, una organización benéfica que ofrece asesoramiento gratuito sobre una amplia gama de problemas, fue destruida. Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes fueron intensos, con ladrillos y latas de cerveza arrojados contra la policía y coches incendiados. La policía de Northumbria informó que diez personas fueron arrestadas por delitos como desorden violento y robo, y cuatro oficiales fueron hospitalizados con lesiones graves.
La comisionada de policía y crimen de Northumbria, Susan Dungworth, condenó la violencia diciendo que «esto no es protestar, es comportamiento criminal. No es un luto por la muerte de esas niñas inocentes en Southport». Dungworth criticó a los alborotadores por usar la tragedia para promover agendas extremistas y sembrar división en las comunidades. «Las familias de las víctimas no han sido consideradas por estos delincuentes. Han sido usadas, de manera enfermiza, para promover la agenda extrema de aquellos que quieren causar problemas y división en nuestras comunidades», agregó.
En respuesta a la violencia, las autoridades han implementado medidas preventivas en varias ciudades. En Manchester, este sábado se autorizó una orden de dispersión para ayudar a la policía a manejar las protestas, una medida legal utilizada por la policía en el Reino Unido para gestionar y controlar situaciones de desorden público. Este aviso otorga a los oficiales poderes especiales para disolver grupos de personas que se consideran una amenaza.
La inspectora jefe Natasha Evans declaró que «estos poderes han sido autorizados para asegurarnos de que podamos continuar facilitando el derecho a cualquier protesta pacífica que haya sido organizada. Nuestros oficiales podrán instruir a cualquier persona que esté causando o sea muy probable que cause acoso, alarma o angustia, para que abandone un área de inmediato».
Asimismo, se han emitido órdenes de dispersión en Cardiff y Blackburn. En Belfast, la policía ha montado una operación de seguridad significativa en el centro de la ciudad, donde un pequeño grupo de manifestantes antiislámicos se enfrentaron a una mayor concentración de manifestantes antirracistas.
El presidente del Consejo Nacional de Jefes de Policía, Gavin Stephens, ha anunciado el despliegue de oficiales adicionales en todo el país para disuadir la violencia, y habrá fiscales adicionales de guardia para procesar con rapidez a los detenidos.
En Sunderland, los voluntarios de la comunidad limpiaron este sábado las calles devastadas por los disturbios. Personas de todas las edades, equipadas con escobas y palas, se unieron para mostrar lo que consideran el verdadero rostro de su ciudad. Algunos llevaban camisetas del Sunderland AFC, distanciándose así de los grupos de extrema derecha que cuentan con el apoyo de ciertos sectores de aficionados al fútbol.
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