Venezuela hunde la estrategia de Borrell de diálogo con dictaduras

La hostilidad de la dictadura venezolana hacia los europeos no se ha contentado con la expulsión de Brilhante de Caracas, sino que después del anuncio de esta medida, el ministro de Asuntos Exteriores Jorge Arreaza citó a los representantes de las misiones diplomáticas de España, Francia, Países Bajos y Alemania a una reunión para notificarles que no dudaría en expulsarlos también del país si reincidían en sus críticas al régimen de Nicolás Maduro. Los convocados fueron el embajador de Francia, Romain Nadal, y de Alemania, Daniel Kriener, así como los encargados de Negocios de España, Juan Fernández Trigo, y el holandés Robert Schuddeboom. Cada diplomático recibió el documento de advertencia junto a un ejemplar de la Constitución venezolana y la Carta de la Organización de las Naciones Unidas.

Después de esta actitud, Borrell no tuvo más remedio que responder con una medida de reciprocidad y propuso al Consejo Europeo que declarase ‘persona non grata’ a la embajadora venezolana ante la UE, Claudia Salerno, a la que Borrell ya llamó a capítulo en junio del año pasado, cuando el régimen de Caracas anunció la expulsión de la presentante europea y luego la revocó. En este caso, la respuesta inicial del Alto Representante había sido un comunicado sin mayores aristas en el que «lamenta profundamente» la expulsión de Brilhante, «que solo conducirá a un mayor aislamiento internacional de Venezuela», y aprovechaba para ofrecer diálogo con un régimen al que la ONU ha acusado de graves violaciones de los derechos humanos.

La declaración de 'persona non grata' a Claudia Salerno no significa una expulsión del territorio europeo, puesto que las credenciales diplomáticas se las otorga el Reino de Bélgica por estar en este país la sede de las instituciones comunitarias, pero sí se le despoja de la condición de representante ante la Unión Europea. La embajadora venezolana es de origen italiano y recientemente contrajo matrimonio con el entonces eurodiputado español Javier Couso. La representación diplomática de Venezuela en Bruselas está cerrada la mayor parte del tiempo y no se tiene constancia de que trabajen en ella otros funcionarios. Los exiliados venezolanos que se encuentran en Bélgica son obligados a efectuar por internet todos los trámites.

La reacción de la dictadura venezolana se produjo después de que el consejo de ministros de Asuntos Exteriores del pasado lunes aprobase una nueva tanda de sanciones contra representantes del régimen a los que se vincula con el fraude electoral de diciembre y con abusos de poder. Entre ellos estaba el almirante Remigio Ceballos, jefe de Estado Mayor del Comando Operativo Estratégico de la Fuerzas Armadas, un cargo clave en la estructura militar de la dictadura.

Según el eurodiputado Leopoldo López, antes de que Caracas anunciase la expulsión de la representante europea, Borrell estaba intentando llegar a un acuerdo con parte del régimen, en concreto con Jorge Rodríguez , presidente de la Asamblea Nacional no reconocida internacionalmente, y parte de la oposición, el excandidato presidencial Henrique Capriles , para concertar la organización de unas elecciones regionales basadas en un nuevo Consejo Nacional Electoral en el que hubiera miembros no elegidos por el régimen. El problema es que el grueso de la oposición exige además condiciones de libertad política que ahora no se dan en Venezuela y el hecho de que la UE no ha ejercido papel de observación en ninguna elección regional.

La situación actual de bloqueo puede prolongarse unos meses. Desde el punto de vista del funcionamiento de la diplomacia europea, Brilhante terminaba su misión en Caracas este verano y ya ha sido propuesta como firme candidata a ser la embajadora europea en La Habana. Siempre que, claro está, la dictadura cubana le conceda el ‘plácet’ a alguien que han expulsado de Caracas.