Taxistas indignados con los Juegos

Los taxistas temen que esta limitación de la superficie disponible para el tráfico cotidiano de la ciudad genere retrasos y ralentice la circulación. «Excluir a los taxis es inaceptable y es un error, esta es una ciudad que trabaja y necesitamos poder movernos y hacer nuestro trabajo» , explicaba Jonathan Myers, portavoz de uno de los sindicatos del gremio convocantes, United Cabbies.

Las semanas anteriores a la ceremonia de inauguración, que tendrá lugar el próximo viernes 27, han estado jalonadas de incidentes en la red de transportes que han agravado los miedos a una repetición del caos circulatorio que enfangó a Atlanta en los Juegos de 1996. El martes, una avería en la estación de Charing Cross bloqueó varias líneas del metro londinense, una semana después de que otro problema imprevisto en la estación de tren de Kings Cross retrasara el tráfico ferroviario durante varias horas.

En superficie, una rotura en un acueducto obligó a cerrar durante una semana la M-4, la única autopista que conecta Londres con Heathrow, aeropuerto oficial de los Juegos. Precisamente este lunes comenzaban a operar las restricciones de uso en el carril olímpico de esta vía. Está previsto que se active la prohibición de circular por el ORN (la red de carreteras olímpicas o Olympic Road Network en inglés) el próximo miércoles día 25, pero la medida se activó desde este lunes en la M-4, donde se ha reservado un carril de tres en varios tramos de la autopista para los participantes en los Juegos.

Varios profesionales critican que la prohibición entró en vigor sin previo aviso. «Si no lo escuchabas en la radio, no había forma de enterarte», nos explica un conductor de una pequeña compañía de taxis privados con base en Kensington. «El lunes pusieron multas a tres de nuestros conductores», dice. «Pero no me importa porque el viernes me voy de vacaciones a casa al Kurdistán [iraquí] durante seis semanas, esto va a ser un caos», asegura.

La multa asciende a 130 libras, 168 euros. Pero la imposición de estas primeras sanciones ha generado ya un debate sobre quién es la autoridad competente de hacer cumplir la prohibición de acceso en el carril olímpico , la policía metropolitana de Londres, los cuerpos locales, el departamento de Transportes o la autoridad olímpica. En cualquier caso, este tipo de pequeñas compañías son las grandes perdedoras, porque no podrán compensar en dinero el tiempo extra empleado en cada trayecto. Estas empresas cobran una tarifa fija por trayecto, por lo que las previsibles tardanzas no engordarán la factura del taxímetro, como sí ocurre en los taxis «negros».

Las protestas de los taxis arrancaron en su día una excepción que sí les autoriza a emplear el carril olímpico entre Heathrow y el centro. Pero la idea de verse atascados en tráfico pesado mientras que la «familia olímpica» disfruta de acceso especial les rebela: «Es un escándalo que hayan usado al taxi como imagen icónica de Londres y que, al mismo tiempo, los responsables olímpicos dan una patada a esos mismos conductores de taxi por los carriles VIP», se quejaba este martes Bob Crow, secretario general de otro sindicato del gremio, RMT.

Desde la Administración local criticaron ayer las protestas. «Hemos trabajado sin descanso con grupos que representan a la mayoría de los taxistas para darles el mayor acceso posible a los carriles», aseguraba el martes John Mason, director de transportes.

Las autoridades llevan años negociando la utilización de los carriles VIP, y aseguran que serán utilizados de forma flexible y solo cuando sea necesario. Quieren evitar a toda costa la imagen de unos carriles olímpicos -señalados con el rosa corporativo de los Juegos- vacíos al lado de un océano de londinenses «comunes» atascados entre su casa y el trabajo. El ministro de Deportes, Hugh Robertson aclaraba este lunes que los carriles especiales serían suspendidos en caso de caos circulatorio en la ciudad. «Sería de tontos no revisar los planes si todo Londres se bloquea y nadie puede moverse a ningún sitio», aseguró, antes de lanzar un mensaje claro y conciso: «El mejor consejo para alguien que esté pensando viajar al centro de Londres durante los Juegos es, no viajes al centro de Londres» .