El escándalo del «gorila» de Macron estalla en el Elíseo

El comportamiento de Alexandre Benalla , el «gorila» en jefe del presidente y su esposa, durante las manifestaciones del 1 de mayo, ha comenzado a ser instruido judicialmente. Sus «flecos» han dejado al descubierto un «grave disfuncionamiento del Estado», según la confesión forzada del jefe del Estado.

Más allá de los eventuales delitos penales que pudieran pesar sobre el ex jefe de la seguridad personal de Macron, su comportamiento «destiñe» desde la cúspide del Estado a varios niveles sensibles de la jerarquía gubernamental.

En el Elíseo, Patrick Strzoda , jefe de gabinete de Macron, estaba al corriente del comportamiento penalmente unible del «gorila» en jefe. Su comportamiento personal, «destiñe» sobre la gestión presidencial de la crisis.

El Prefecto de París, Michel Delpuech , por su parte, deberá «explicar» quién, cómo y cuándo «autorizó» la participación de un personaje nombrado a dedo en operaciones de «mantenimiento» del orden, durante el 1 de mayo.

A partir de esos niveles, en la cúspide del Estado y sus servicios de seguridad, la instrucción penal del caso puede prolongarse semanas y meses, convirtiéndose en una «bomba de relojería» contra Macron y sus reformas anunciadas.

La primera «bomba fétida» estalló el domingo, en la Asamblea Nacional. Ante el riesgo de unos enfrentamientos muy duros, Nicole Belloubet , ministra de Justicia, se vió forzada a anunciar que los debates de la reforma de la Constitución quedaba suspendidos, «hasta nueva orden».

¿Cuándo podrán reanudarse los debates de esa reforma institucional..? Nadie lo sabe. ¿Esta semana? ¿La semana que viene? ¿A lo largo del verano? ¿El mes de septiembre? Incertidumbre de fondo sobre una reforma de la Constitución que debía “cambiar las reglas del juego político nacional”. Reforma empañada por el escándalo del “gorila” presidencial.

A partir del otoño, Macron proyectaba nuevas reformas de fondo sobre la fiscalidad, el modelo social y económico, con posibles «ajustes» de la plantilla nacional de funcionarios…

Macron prometió una presidencia «ejemplar» . Y esa imagen de marca ha facilitado su primer año de reformas , a paso de carga. El escándalo del «gorila» ha comenzado por «desteñir» en la imagen «glamour» de Macron y su esposa. Las fotos de Brigitte Macron , paseando a su perro, acompañada de un «gorila» capaz de apalear manifestantes, las fotos de la primera dama y su esposo, escoltados siempre por el mismo personaje, perseguido por la justicia, degradan la imagen presidencial, con tonos poco amables.

Emmanuel Macron ha anunciado que hablará «cuando lo considere oportuno» . Las explicaciones de su ministro del Interior, ante la Asamblea Nacional, no han conseguido poner fin a la tormenta de granizo podrido. La imagen presidencial se deteriora. Las reformas entrar en un túnel de incierta salida.