Finlandia decidirá en cuestión de semanas si pide entrar en la OTAN

Finlandia y Suecia han estado tradicionalmente unidas en su lealtad mutua y en su firma no alineamiento miliar, pero en los últimos meses, desde que Rusia dio inicio a la invasión de Ucrania , la opinión pública de los dos países nórdicos se ha dado la vuelta. Los dos gobiernos se han mantenido fieles al acuerdo no escrito, según el cual ninguno de los dos países entraría en la OTAN sin el acuerdo del otro y esta reunión de las dos primeras ministras escenifica públicamente ese acuerdo. Ahora solo falta dejar que el procedimiento siga su curso. El Parlamento de Finlandia escuchará a una variedad de expertos en seguridad en las próximas semanas, a medida que el país avance hacia una decisión «antes del solsticio de verano», ha dicho Marin. Los analistas y expertos creen que es probable que la solicitud oficial sea presentada también en junio. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg , ha confirmado que la puerta permanece abierta y la ratificación por parte de los 30 miembros de la OTAN tardará entre unos meses y un año.

Un informe del gobierno finlandés publicado hoy constata que el entorno de seguridad ha 'fundamentalmente cambiado' y justifica la adhesión, que será debatida la próxima semana en el parlamento. «Hay diferentes perspectivas para solicitar la membresía de la OTAN o no y tenemos que analizarlas con mucho cuidado», ha declarado con cautela Marin, «pero creo que nuestro proceso será bastante rápido, sucederá en semanas». El gobierno sueco, que presentará su propio informe a finales de mayo, ha vivido de cara a los medios su rectificación, respecto a la tradicional oposición socialdemócrata a la Alianza Atlántica.

«Cuando Rusia invadió Ucrania, la posición de seguridad de Suecia cambió fundamentalmente», ha reconocido Andersson esta semana, lo que supone un giro histórico para la formación política. Habiendo enfatizado inicialmente que la no alineación había «servido bien a los intereses de Suecia», Andersson ha admitido recientemente que está lista para discutir la adhesión. En otoño de 2021, en el congreso socialdemócrata, el partido se pronunció explícitamente en contra y, hace solo tres semanas, con la invasión rusa convertida ya en una encarnizada guerra, Andersson todavía argumentaba que “si Suecia optara por presentar una solicitud de entrada en la OTAN ahora, desestabilizaríamos todavía más la situación en Europa”. Pero el ejemplo avanzado de la vecina Finlandia y el vuelco que la cuestión ha dado en las encuestas, a solo seis meses de las elecciones generales, han propiciado el giro. El 71% de los suecos está ya a favor según varios sondeos, cuando el apoyo a la adhesión no superaba el 25% antes de la guerra.

El tema de la OTAN se perfila, de hecho, como uno de los grandes temas de campaña, de cara a las elecciones parlamentarias del 11 de septiembre. El líder de la oposición conservadora, Ulf Kristersson, había anunciado su intención de plantear la solicitud si obtenía la mayoría en el Riksdag y Andersson ahora efectúa un adelantamiento por la derecha. En opinión del comentarista político de SVT, Mats Knutson, la retórica de Andersson sobre la entrada en la OTAN «ha cambiado drásticamente», después de que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dirigiese un discurso ante el parlamento sueco en el que expuso que todos los países vecinos de Rusia estarán en peligro si Ucrania «no resiste o no se defiende». «Eso significaría que todos los vecinos de Rusia estarían en peligro a partir de ahora», dijo, «eso significaría que estaríais en peligro». Desde Finlandia, el ex primer ministro y defensor de la OTAN durante mucho tiempo, Alexander Stubb , concluyó después de ese discurso que la solicitud de membresía de ambos países es «una conclusión inevitable».

Finlandia declaró en 1917 su independencia después de 150 años de dominio ruso. Durante la Segunda Guerra Mundial, su ejército, ampliamente superado en número, luchó contra una invasión soviética, antes de un acuerdo de paz en el que perdió aproximadamente el 10% de su territorio. Comparte una frontera de 1.340 kilómetros con Rusia y durante la Guerra Fría se mantuvo formalmente neutral para evitar una nueva invasión. Las encuestas finesas conceden ya más de 50% a los partidarios de la adhesión . El gobierno se viene refiriendo a su posición como «neutralidad activa», aunque desde Ucrania se ha considerado que los puntos de vista de Moscú «se colaban en su discurso político» y aludían despectivamente «finlandización», acuñado en Alemania Occidental en la década de 1960. Finlandia ya coopera fuertemente con las fuerzas de EE. UU. y la OTAN. El diario Helsingen Sanomat, que ha encuestado a los legisladores del país, informa que la mitad de los 200 miembros del parlamento están abiertamente a favor y que solo 12 que se oponen firmemente. El resto ha respondido que anunciarán cuál es su posición después de discusiones detalladas