Casi 600 detenidos y una persona muerta, en la conmemoración del estallido social en Chile

La mayoría de los detenidos se registraron en la capital chilena, después de una masiva concentración en la céntrica Plaza Italia, rebautizada por los manifestantes como «Plaza de la Dignidad». Después de largas horas de reunidas pacíficamente unas 150.000 personas, comenzaron los incidentes: primero con una batalla campal entre barristas de dos clubes de fútbol y, más tarde, con duros enfrentamientos con la policía. La jornada se saldó con dos iglesias destruidas por las llamas.

Inicialmente el Gobierno y la policía informaron que por los incendios habían sido detenidas cinco personas, incluido un funcionario de la Armada. Pero luego la Fiscalía Nacional y el subsecretario del Interior precisaron que solo una persona estuvo bajo arresto, un fotógrafo que entregó sus imágenes para la investigación. El marino, en tanto, fue sindicado como un manifestante que participó en los desórdenes, pero no fue acusado por los incendios.

Como Aníbal Villarrorel fue identificado el hombre de 29 años que la noche del domingo murió por impactos de bala en la población La Victoria, en la periferia de la capital. El caso está en investigación pues hay imágenes que muestran el momento de su muerte por disparos de la policía , la que argumentó que se trató de un enfrentamiento que les obligó a usar sus armas. Los habitantes del lugar difieren de esta versión. La policía y el Gobierno argumentan que las fuerzas del orden fueron sometidas a numerosos ataques, que dejaron a 160 carabineros lesionados.

Los actos de violencia fueron condenados por todos los sectores políticos. El propio presidente Sebastián Piñera dijo que estos hechos fueron aislados y responsabilizó a «pequeños grupos» que no quieren reconocer el camino constitucional que este domingo llevará a las urnas a más 14 millones de chilenos. «Sé que algunos grupos minoritarios van a intentar entorpecer o ensuciar ese proceso, no se los vamos a permitir», dijo el gobernante.

En el plebiscito del domingo –que debió realizarse en abril, pero fue postergado por la pandemia- los votantes recibirán dos papeletas, una donde deberán «Aprobar» o «Rechazar» el cambio de la Constitución vigente; y un segundo voto donde se define el tipo de órgano que elaborará la nueva carta magna. Esta papeleta abre dos posibilidades, que se instale una Convención Mixta, integrada por delegados elegidos por la ciudadanía, en un 50%, y la otra mitad integrada por parlamentarios en ejercicio. O que se forme una Convención Constitucional totalmente integrada por delegados elegidos por la ciudadanía, con paridad de género (50% de mujeres), con escaños reservados para pueblos originarios (aun en trámite), y cuotas para personas en situación de discapacidad.

Todas las encuestas difundidas en estas últimas semanas vaticinan una alta participación ciudadana, superior a los últimos comicios presidenciales en los que votó solo el 40% de los electores habilitados. Los mismos sondeos indican que el «Apruebo» elaborar una nueva Constitución ganará por sobre el 60% de los sufragios, al igual que la opción Convención Constitucional.

La alianza que da sustento al Gobierno de Piñera llega al plebiscito dividida. Una parte del gabinete presidencial votará por el cambio de Constitución, así también como parlamentarios y connotados líderes de la derecha, entre ellos el eventual candidato presidencial Joaquín Lavín .