ANÁLISIS
Aukus, la «puñalada» y la Alianza Atlántica
El Gobierno australiano ha rescindido el contrato suscrito con Francia en 2016 para la construcción de 12 submarinos
El Gobierno australiano ha rescindido el contrato suscrito con Francia en 2016 para la construcción de 12 submarinos tras suscribir el acuerdo Aukus con Reino Unido y Australia . El ministro de Defensa francés, Jean-Yves LeDrian , ha calificado la ... decisión de Australia como una puñalada por la espalda , señalando a Estados Unidos como responsable último y cuestionando la fiabilidad de los firmantes como aliados en la OTAN. Es fácil comprender el dolor que la decisión ha causado al orgullo político e industrial de Francia, pero la desconfianza tiene muchas caras. Para comenzar, el contrato llevaba varios años en el aire con una muerte anunciada por la demora en el cumplimiento de los plazos, los sobrecostes y las controversias sobre el reparto de la carga industrial. La propia empresa Naval Group había reconocido las dificultades de la industria australiana para asumir su carga de trabajo en 2020 y el Gobierno australiano comenzó en 2021 a buscar alternativas al programa franco-australiano. Ahora que Estados Unidos y el Reino Unido están renovando sus submarinos nucleares, Australia puede beneficiarse de las economías de escala y de las trasferencias tecnológicas que implican estos programas. Además de la confianza industrial y tecnológica, Australia comparte con sus socios de Aukus la necesidad de reforzar la cooperación regional frente a China (Five Eyes, Coalición Cuadrilateral) y la de adoptar medidas drásticas (Huawei).
Por el contrario, los aliados y socios europeos no comparten la misma visión sobre China . La OTAN no ha acompañado a Estados Unidos en el desplazamiento del centro de gravedad político, económico y militar del mundo hacia Asia Pacífico . Su último Consejo Atlántico de junio acaba de reconocer el reto sistémico que China plantea para el orden internacional y para la seguridad de los aliados, pero está por ver si el Concepto Estratégico que se va a aprobar en Madrid en 2022 adoptará medidas disuasorias como las que ha puesto en marcha el Aukus.
Por su parte, los aliados europeos y la UE comparten la dimensión del reto, pero se resisten a adoptar medidas contundentes para preservar sus intereses de seguridad, como acaba de dejar claro en su Estrategia de Cooperación en la región Indo-Pacífico de hace dos días o en secundar a Estados Unidos en sus medidas unilaterales, por ejemplo, sobre Huawei . La rivalidad geopolítica en curso pone a cada actor estratégico ante la necesidad de adoptar un bando o de quedarse al margen y decisiones unilaterales como la australiana o la del Aukus generan tanta desconfianza entre aliados y socios como las que generan las indecisiones colectivas en la OTAN y en la UE. No podemos quejarnos de unas y no hacerlo de las otras.
*Félix Arteaga es investigador principal de Seguridad y Defensa del real instituto Elcano
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