La inédita ventaja independentista fuerza a Londres a acelerar el autogobierno escocés

Otro sondeo para el bando nacionalista asigna un 52% al No por un 48% al SíHace solo un mes, el No disfrutaba aún de una cómoda ventaja de un 61% de intención de voto por un 39% de la campaña separatista, que ha logrado dar la vuelta a las encuestas en las últimas semanas. La ventaja independentista ha sacudido el debate en Gran Bretaña de cara al referéndum al que están convocados 4,5 millones de residentes en Escocia el próximo 18 de septiembre, y en el que podrán responder a esta pregunta: «¿Debería Escocia ser un país independiente?».

Según el dominical conservador, la propia Reina Isabel II habría transmitido su «gran preocupación» por la posibilidad, cada vez más real, de que Escocia se separe del resto del Reino Unido. Un segundo sondeo realizado por la empresa PanelBase para la campaña nacionalista «Sí Escocia» asigna una ventaja al campo unionista de solo cuatro puntos, con un 52%-48% en favor de quienes prefieren seguir dentro del Reino Unido.

«Estos sondeos deberían ser una llamada de atención para quienes daban por ganado el referéndum de antemano», ha advertido Alistair Darling, exministro laborista de Finanzas y portavoz de la campaña «Mejor Juntos», contraria a la secesión. Su poco convincente actuación en el segundo debate televisado en el que se enfrentó al líder nacionalista, Alex Salmond, el pasado 25 de agosto suele citarse como uno de los factores que han dado alas a los nacionalistas en la recta final de la campaña.

«Tenemos el viento a favor, pero queda mucho trabajo por hacer», ha señalado Nicola Sturgeon, la «número dos» del Ejecutivo nacionalista que preside Salmond. «Escocia es uno de los países más ricos del mundo, y cada vez más gente se va dando cuenta de que una victoria del Sí supondría una oportunidad única para que esa enorme riqueza funcione mejor para todos los que viven aquí, para crear más empleo y para proteger servicios vitales como el Sistema de Salud Pública», ha añadido Sturgeon.

En las últimas semanas, la campaña nacionalista ha machacado con eficacia la idea de que permanecer dentro del Reino Unido equivale a ser víctimas de las políticas privatizadoras que, en su opinión, defiende el gobierno conservador de David Cameron. Los datos del sondeo de PanelBase reflejan, en este sentido, que un 31% de quienes votaron a los laboristas en 2011 votarán Sí a la independencia, en parte por ese miedo a las políticas de austeridad y recortes de servicios sociales impuestos por el gobierno Cameron.

Los nacionalistas han logrado también arrastrar a otro segmento de población clave, las mujeres, que se mostraban hasta ahora mucho más reacias que los hombres a la idea de la independencia . Según los datos publicados este domingo por «Sí Escocia», ya hay un 47% de mujeres que votaría Sí, cuando en febrero apenas un 34% de la población femenina quería la independencia.

Los dos sondeos sitúan en cabeza a la opción separatista siempre que se excluyen a los indecisos, que parecen decantarse por el Sí dos veces más que por el No. Si se les incluye, Panelbase asigna todavía un 48% al No y un 44% al Sí con un 8% de indecisos, mientras que el Sunday Times mantiene al Sí en cabeza con un 47% por un 46% del No y un 7% de indecisos. Por eso, los expertos de YouGov señalan que esta diferencia de solo dos puntos supone un «empate técnico» desde un punto de vista estadístico entre las dos campañas, aunque reconocen que es la primera vez en toda la campaña que el «Sí» supera en intención de voto a la opción unionista.

El gobierno británico ha respondido de inmediato con la promesa de una mayor descentralización de competencias si gana el No. En una entrevista en la BBC, el ministro de Finanzas, George Osborne, ha asegurado que «en los próximos días verán un plan de acción para dar a Escocia más poderes, más competencias fiscales, más competencias en el gasto y más competencias en el ámbito social… con lo que Escocia podrá tener lo mejor de los dos mundos», ha explicado, sin dar más detalles.

Los tres grandes partidos británicos, los «tories» y liberales en el gobierno y la oposición laborista, han puesto ya sobre la mesa distintas promesas de ampliación del autogobierno , pero ahora se espera que el gobierno presente un plan concreto. Según varios medios británicos, se convocaría una convención ciudadana en Escocia que bautice la propuesta antes de mayo de 2015, a tiempo para que los partidos unionistas puedan incluirlo en sus programas de cara a las generales del año que viene. Esta oferta de última hora recuerda, según señalan varios expertos, a la estrategia seguida por el gobierno canadiense en 1995, que logró así salvar por los pelos un referéndum de independencia celebrado en Québec aquel año.