Erdogan intensifica su cruzada contra el alcohol
«No hay forma de defender su consumo como forma de vida respetable», asegura el primer ministro, puesto que «es dañino y no aporta beneficios»
Erdogan intensifica su cruzada contra el alcohol
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dio a conocer esta semana las nuevas medidas que prepara su gobierno para desincentivar el consumo de bebidas alcohólicas. Lo hizo durante un foro titulado pomposamente Conferencia Global de Políticas sobre el Alcohol 2013, organizado por la ... ONG islamista Yesilay («Creciente Verde») en Estambul, un grupo de presión que busca la prohibición del alcohol y el tabaco por motivos de «salud pública».
«Cada vez que es posible, se promueve el consumo de alcohol» , aseguró con desaprobación el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. «En sus primeras décadas, el régimen republicano incluso presentaba la cerveza y otras bebidas alcohólicas como saludables», afirmó, añadiendo que el alcohol era alabado «hasta en los libros de texto de las escuelas».
«Lo más impactante es que el alcohol era tratado como un elemento de la vida moderna , como parte de un programa radical de modernización de arriba abajo en el que se embarcaron las élites durante el primer período republicano», dijo el primer ministro, según informa el diario progubernamental «Today’s Zaman».
Tormenta en Twitter
Uno de los aspectos más polémicos, no obstante, ha sido el comentario sobre el ayran , una especie de yogur ligeramente salado, ampliamente consumido en Anatolia y el Cáucaso. «Por desgracia, la cerveza ha sido presentada como bebida nacional. Sin embargo, nuestra bebida nacional es el ayran», dijo Erdogan, desatando una tormenta de comentarios en Twitter y otros lugares.
De hecho, el gobierno del islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) prepara una serie de iniciativas para paliar «los efectos nocivos del consumo alcohólico»: una nueva subida de impuestos a las bebidas alcohólicas –la quinta en poco más de dos años-, la limitación de la publicidad sobre estos productos («que confunde a la juventud», según Erdogan), y la impresión de pegatinas con mensajes disuasorios en las botellas , similares a los que se ponen en las cajetillas de tabaco.
«Si subimos los precios [del alcohol], discúlpennos, pero tenemos que hacerlo. Es nuestra principal fuente de ingresos por impuestos especiales, dado que no tenemos petróleo», dijo el primer ministro, quien también arremetió contra los conductores ebrios «que se cobran las vidas de gente inocente que no bebe y conduce». Además, aseguró, estos conductores salen de la cárcel con facilidad . «Estamos trabajando en ello. Esto no puede continuar así», afirmó.
Es conocida desde hace algún tiempo la buena sintonía entre Erdogan y el Yesilay, cuyas campañas de opinión pública han cosechado algunos éxitos recientemente. Lograron, por ejemplo, que el pasado julio el primer ministro prohibiese que se vendiese alcohol durante el festival «Efes Pilsen One Love» , al estar organizado en el interior de un campus universitario. Además, productores y consumidores denuncian que muchos ayuntamientos gobernados por el AKP han dejado de renovar las licencias para servir alcohol en restaurantes y otros establecimientos públicos, empujándolos al extrarradio en la mayoría de las ciudades de Anatolia.
Sin embargo, durante su discurso de este fin de semana, Erdogan aseguró que medidas como esta «no deben ser consideradas como un obstáculo a otros estilos de vida o al secularismo». No obstante, minutos antes, el propio primer ministro había explicado claramente su punto de vista sobre el asunto: «No hay forma de defender el consumo de alcohol como un estilo de vida, dado que no beneficia a la sociedad, sino que infringe un daño».
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