El voto protesta aboca a Italia a la ingobernabilidad

En la Cámara tendrá la mayoría absoluta el centroizquierda de Pierluigi Bersani, pero en el Senado, aunque también tenga una mayoría relativa de votos, la mayoría de escaños puede corresponder al centroderecha de Berlusconi. La victoria de Bersani en la Cámara le convierte en candidato a formar Gobierno, pero la vara alta de Berlusconi en el Senado torna el panorama ingobernable. Así, según los resultados electorales difundidos por el Ministerio de Interior, la Cámara de Diputados quedará en manos de la coalición de centro-izquierda de Pierluigi Bersani, pues ninguna formación ha conseguido hacerse con la mayoría absoluta en el Senado.

El complejo sistema electoral italiano ha propiciado que, aunque el Movimiento Cinco Estrellas, de Beppe Grillo, haya sido el partido político más votado, con 8.688.545 sufragios, el equivalente al 25,55 por ciento y 108 diputados, no ostente la mayoría absoluta. A pesar de que el Partido Democrático de Bersani ha conseguido 46.000 votos menos que el Movimiento Cinco Estrellas, lo que equivale al 25,41 por ciento, al coaligarse con otras tres formaciones izquierdistas ha sumado 10.047.507 sufragios, lo que automáticamente le concede el regalo de los 340 diputados, 25 más de los necesarios para la mayoría absoluta.

En tercer lugar se sitúa la coalición derechista del exprimer ministro Silvio Berlusconi, que se ha adjudicado el 29,18 por ciento de las papeletas (9.923.100), el equivalente a 124 diputados. Por detrás, se encuentra el primer ministro saliente Mario Monti, con un 10,56 por ciento de los votos (3.591.560), es decir, 456 diputados. Así las cosas, parecer que el líder de centro-izquierda podrá gobernar sin problemas en la Cámara de Diputados, gracias a su mayoría absoluta, e incluso, en caso de que desee legislar por consenso, valerse del apoyo de Grillo y de Monti.

El fin del escrutinio ha confirmado la compleja configuración del Senado. En este caso, la de Bersani sí ha sido la lista más votada, con el 31,63 por ciento de los sufragios (9.686.398), que se traduce en 113 senadores, muy por debajo del umbral de los 158 que se requieren para la mayoría absoluta en la cámara alta. El segundo lugar ha sido para Berlusconi, con el 30,72 por ciento de los sufragios (9.405.786), es decir, 116 senadores, muy cerca de la coalición de centro-izquierda a causa de las últimas reformas impulsadas por su Gobierno, que favorecen a la opción derechista. Grillo también ha conseguido buenos resultados -aunque menores- en esta sede legislativa, con el 23,79 por ciento de los votos (7.285.648), que solamente le proporcionarán 54 senadores. Al igual que en la Cámara de Diputados, Monti se sitúa a la cola, con el 9,13 por ciento de los votos (2.797.451) y 18 senadores.

El equilibrio de fuerzas en el Senado es tan precario que anoche se veía muy complicada la formación de un Gobierno y algunos políticos especulaban ya con la posibilidad de nuevas elecciones a medio plazo, una vez que se reforme la pésima ley electoral actual, culpable en buena medida del caótico resultado en el Senado.

Tan apretado era el resultado entre centro-izquierda y centro-derecha esta pasada madrugada, que la formación de Silvio Berlusconi, a través del ex ministro de Justicia Angelino Alfano, secretario político del Pueblo de la Libertad (PDL), pedía al Ministerio de Interior que «no declare un vencedor a la vista de lo apretados que son los resultados, hasta que sean definitivos». Pierluigi Bersani consideraba, por su parte, que «a pesar de que nuestra coalición es la más votada, la situación es delicadísima para Italia».

El cómico Grillo sería el gran beneficiado de este escenario, pues durante toda la campaña había pregonado que el país tendría en breve nuevas elecciones. Mario Monti ha salido al paso de esta eventualidad y ha señalado que -con sus escasas fuerzas- se encuentra disponible para formar coalición de gobierno pero ha rechazado la posibilidad de nuevas elecciones.

Extraordinario es el éxito del Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, con un resultado muy superior al que le daban todos los sondeos. Lo suyo ha sido un verdadero tsunami electoral, como él mismo había predicho al denominar a su gira por toda Italia como «Tsunami Tour». Anoche, el cómico Grillo aseguró que «probablemente el Gobierno que resulte de estas elecciones durará muy poco».

La segunda gran sorpresa ha sido el batacazo electoral del primer ministro, Mario Monti. El profesor y sus aliados habían considerado durante la campaña que toda cifra por debajo del 15% sería un fracaso. Se quedaron muy lejos de ese porcentaje. Por su parte, Monti aseguraba anoche que «a falta de una evaluación más a fondo, los resultados pueden calificarse de satisfactorios para una alianza que partía de cero, sin apenas medios y con una experiencia muy limitada».

Todos los analistas en sondeos se han visto sorprendidos con resultados no contemplados en las encuestas de días pasados. El experto Ilvo Diamante daba esta explicación: «Italia tiene un nuevo escenario electoral. Antes había sustancialmente un sistema bipolar con dos grandes coaliciones, una de derecha y otra de izquierda. Al surgir Grillo, con un 25% de votos, ha sobrevenido un terremoto que ha desbaratado todas las previsiones».

En cambio, Silvio Berlusconi, al que se le daba por muerto políticamente antes de iniciar la campaña electoral, ha logrado remontar a un nivel inesperado, hasta el punto de casi disputar la victoria al centroizquierda. De todas formas, Berlusconi no puede estar completamente satisfecho, porque su partido el Pueblo de la Libertad ha sido superado por el Movimiento 5 Estrellas. Berlusconi solo logró la segunda posición gracias a sus aliados de coalición. «Il Cavaliere» prometió emborracharse si Monti no llegaba al 10% de los votos. Ante las dificultades del profesor para llegar a ese límite, es de suponer que Berlusconi haya abierto varias botellas de champán.

Europa había observado con gran interés estas elecciones, históricas para Italia, la tercera economía de Europa, con una deuda pública del 127% del PIB y en dura recesión. Las cancillerías y los mercados consideraban fundamental que Italia eligiera el camino de la estabilidad con un gobierno fuerte. Un Ejecutivo de coalición de Bersani con Monti se veía como la opción ideal. Incluso el premio Nobel de Economía Paul Krugman consideró que las elecciones italianas representaban también un test sobre la austeridad impuesta por Bruselas y Berlín. A este respecto, una gran mayoría de italianos ha rechazado esas políticas de rigor que representaba Mario Monti.

Sumando los votos del centroderecha y los de Grillo, que ha hecho campaña contra las políticas de Bruselas y Alemania, el voto italiano envía un significativo mensaje al resto de Europa, sin olvidar que también en el centroizquierda, sobre todo su ala más radical, es muy dura en su oposición a las políticas de austeridad de Monti y la UE. El vencedor de las elecciones en la Cámara de Diputados, el centro-izquierda, contará con mayoría absoluta. Un resultado que, después de todo, también refleja la protesta del pueblo italiano por los recortes y la crisis.