El inesperado encuentro entre Amalia de Holanda y Bill Gates en Nueva York

Tras participar en la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, madre e hija asistieron al evento organizado por Bloomberg, donde la joven princesa de 21 años tuvo la oportunidad de conversar con algunos de los asistentes, entre ellos, el creador de Microsoft, quien es considerado como uno de los más grandes referentes de la filantropía a nivel mundial.

El paso de Amalia por Estados Unidos generó gran expectación en la Gran Manzana, tanto a su llegada al hotel como en su paseo previo por el Times Square, donde se dejó ver junto a su madre en medio del bullicio neoyorquino y donde ambas se mostraron muy cercanas.

Cabe resaltar que este viaje a supuesto para la princesa un auténtico aprendizaje en lo que supone un paso más en su progresiva preparación como heredera del trono. Acompañada de su madre, ha podido observar de primera mano la labor institucional que ella desempeña y se ha podido familiarizar con un escenario internacional en el que, en un futuro, tendrá que desenvolverse con soltura.

A su regreso, la princesa retomará su agenda de actividades oficiales, en la cual resalta un evento importante: en octubre viajará con su familia a Luxemburgo para presenciar la abdicación del Gran Duque Enrique y la proclamación del Príncipe Guillermo como su sucesor, donde coincidirá con su amiga, Elisabeth de Bélgica.

Fue hace unos meses cuando el corresponsal royal Wim Dehandschutter, reveló a la revista 'The Australian Women's Weekly' la existencia de un exclusivo grupo de WhatsApp conformado por Amalia de Holanda, Elisabeth de Bélgica e Ingrid de Noruega. Según dijo el periodista, fue la propia hija de la Reina Méxima quien confesó que: «Estamos en contacto porque estamos viviendo una vida muy específica y no necesitamos mucha explicación para entendernos entre nosotras», dejando en claro que con ellas podía desahogarse y admitir sus dudas e inseguridades dentro de su posición, algo que otras personas no entenderían.

En tanto, el inesperado cara a cara con Bill Gates en Nueva York supone un hito más en la formación internacional de la futura reina de los Países Bajos, que empieza a moverse con soltura en los mismos círculos que los grandes líderes globales.