Los restaurantes que se quedan sin estrella Michelin en 2023

Uno de ellos es eMe Be Garrote, la sidrería 'moderna' que abrió hace una década Martín Berasategui y que mantenía una estrella desde 2018 en este caserío las afueras de San Sebastián. El chef con más estrellas de España cierra una etapa con este local para centrarse en nuevos proyectos.

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Adrián Delgado

El local de Santiago echa el cierre solo cinco meses después de que la guía lo incluyera en el olimpo. Su chef, Áxel Smyth ha compartido su tristeza en redes sociales

El otro cierre sonado de este año es Auga e Sal, en Santiago de Compostela. Poco tiempo después de que lograra la estrella, en la gala de Valencia el año pasado, su luz se difuminó cinco meses después en ese firmamento tras la decisión de Alberto Ruiz-Gallardón Utrera –hijo del exministro, expresidente de la Comunidad de Madrid y exalcalde de la capital– de poner fin a un proyecto que fundó en 2016.

El resto de salidas es decisión colegiada de los inspectores de esta guía. Algunos de ellos predecibles, como la de CEBO en Madrid «por cambio de gestión» –la salida voluntaria de Aurelio Morales y la llegada de los jóvenes chefs manchegos Javier Sanz y Juan Sahuquillo, triunfadores en esta gala donde han logrado una estrella Michelin y otra estrella verde para Oba-, su espacio gastronómico en Casas Ibáñez (Albacete)–. O la de Trivio, en Cuenca, con su fundador Jesús Segura centrado en el nuevo proyecto de Casas Colgadas en la capital conquense y una nueva vida para ese espacio que ahora dirige el que fue su mano derecha, el cocinero Pablo Rocamora.

Más sonada es la salida del olimpo de Kabuki, uno de los japoneses emblemáticos de Madrid con estrella Michelin, marcado por el polémico divorcio entre el chef Ricardo Sanz y quien fuera su socio durante dos décadas el empresario: José Antonio Aparicio.

Cierran este capítulo Estany Clar de Cercs (Barcelona), el espacio en el que floreció el talento de Jordi Cruz y para el que logró la distinción que ahora pierde en 2002 y que ha logrado mantener hasta ahora, y el histórico Mirador de Ulía, en el monte homónimo de San Sebastián.