El maravilloso efecto de la música en los niños en cuidados paliativos
Los niños con enfermedades incurables se benefician enormemente de los efectos de la musicoterapia

La expresión de Mónica, una joven de 22 años y con apariencia de una niña de 8, cuando empiezan los acordes de la guitarra de Nieves Frechilla, la musicoterapeuta del Hospital de Paliativos Vianorte - Laguna , cambia por completo. Abre los ojos como platos ... y gira la cabeza para mirar el instrumento musical, fascinada. De hecho ella, que no habla, empieza a emitir sonidos, en un intento por seguir la canción de «Un cocodrilo se metió en la cueva» que ha elegido interpretar con su instrumento armónico la especialista. Mónica es nueva en el Centro de Día de Cuidados Paliativos Pediátricos que el centro tiene en el tercer piso del edificio, con grandes ventanales por donde entra la luz a raudales.
Tras la pandemia, la unidad ha ampliado su labor asistencial para que más familias con hijos que sufren enfermedades avanzadas incurables puedan acceder a este tipo de atención después del tiempo de pandemia, debido a la creciente necesidad. En este centro, los pequeños reciben gratuitamente tratamiento de fisioterapia y asistencia integral para el control de los síntomas y del dolor de su enfermedad, facilitado por médicos, enfermeras, auxiliares, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y musicoterapeutas como Frechilla, entre otros profesionales asistenciales… y vocacionales.
«A cada niño le hago una canción, porque cada uno me despierta una emoción. Es devolverles su esencia transmitida a través de la música», apunta Frechilla, que va de camita en camita regalándoles su música. L os beneficios de la música , asegura esta profesional, «están más que comprobados. Mejora la frecuencia cardiaca, la saturación de oxígeno, la respiración, la frecuencia… Se relajan y mejora también el nivel de espasticidad, por lo tanto, se les reduce el dolor. Estos niños no pueden hablar, pero el oído es lo último que se pierde. Ellos se expresan a través de su cara, su cuerpo, su sonrisa… Y sus expresiones te lo dicen todo».
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