El truco para que una embarazada ingiera extra de yodo al cocinar
Andrea Calderón, dietista-nutricionista de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, explica las pautas de alimentación que la mujer debe llevar a cabo en esta vital etapa
«Si no sientes al bebé, toma algo muy frío para que se mueva ya que nota el cambio de temperatura al instante»
Desde el primer minuto en el que una mujer se queda embarazada, le surgen numerosas dudas. Y, entre ellas, todas las que tienen que ver con la alimentación: «¿Puedo comer ensalada?», «¿Y qué tipo de queso no puedo?», «¿Cómo debo cocinar la comida?»...
« ... Este miedo es lógico: es por seguridad alimentaria», explica a ABC Andrea Calderón, dietista-nutricionista de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). «Todas las madres quieren evitar posibles intoxicaciones porque afectarían al feto», continua, pues las futuras progenitoras suelen preocuparse más por la salud de su bebé que por la de ellas mismas. «Por eso, todos los alimentos tienen que estar bien cocinados: la carne, el pescado, el huevo...». Durante el embarazo, toca no mojar el pan en la yema ni comer sushi o carpaccio «porque no es seguro». Lo mismo sucede con los quesos y lácteos: «Todos tienen que ser pasteurizados. El queso azul o uno artesanal no ha sido sometido a este proceso por lo que, lo mejor, es no consumirlos».
El hecho de que todo esté bien cocinado es la premisa básica que toda mujer debe tener siempre presente durante toda la gestación. «Y no tiene que comer por dos», puntualiza la experta para derribar un mito que aún muchas personas tienen presente. «La embarazada tiene que llevar una dieta saludable, como deberíamos llevar siempre -recuerda Calderón-. Sí es verdad que necesita una ingesta extra de energía. Por eso, conviene ingerir en esta etapa unas 250-300 kilocalorías extra y eso se consigue de una manera muy simple: echándole un puñado de frutos secos al yogur, por ejemplo».
«Todos los alimentos tienen que estar bien cocinados»
También es muy importante tener en cuenta la proteína en esta etapa. «La mujer, al estar generando una nueva vida, sus órganos, la placenta, etc.. necesitan una ración de proteína en cada comida y también consumirla entre horas». Ésta, recuerda la nutricionista, no sólo se obtiene de las carne o del pescado, si no también de los lácteos, del queso o de los frutos secos.
«También son muy importantes las grasas omega 3 porque son esenciales: es la única que el cuerpo no puede generar», apunta. El pescado azul es rico en esta grasa «pero también las nueces o las semillas de chía y lino, las cuáles han de hidratarse o molerlas antes de consumir. Añadir una cuchara de ellas al yogur, por ejemplo, es una buena manera de asegurarse de ingerir omega 3».
¿Qué pasa con el yodo?
Respecto a la suplementación, Calderón recuerda que «las embarazadas tienen también que tener muy presentes algunos nutrientes fundamentales. Por eso es obligatorio suplementarse con ácido fólico y vitamina B12. Y, a día de hoy, en yodo. Los médicos lo recetan».
La experta aconseja hacer uso de la sal yodada que podemos encontrar en todos los supermercados y huir de otro tipo de sales que «son más caras y no tienen beneficios extras». Y un truco muy importante para asegurarse de que recibes ese extra de yodo que necesitas, está a la hora de cocinar: «El yodo es volátil, es decir, se evapora si añades la sal durante el cocinado. Por eso, lo mejor es echarla al final. También debes reponerla cada cuatro meses, aproximadamente, si quieres asegurarte de que tiene yodo».
Y, por supuesto, «durante el embarazo, nada de alcohol. Tampoco es adecuado consumir refrescos o bebidas energéticas y minimizar el pescado con alto contenido de mercurio, como el pez espada y el atún rojo». Sí puede se puede tomar cafeína: «La media estimada adecuada son 2 cafés al día». Y las frutas y verduras conviene desinfectarlas con «una lejía apta para alimentos».
El peso en el embarazo
Sobre el miedo a engordar en exceso durante esta etapa, la profesional aclara: «En un embarazo estándar, coger entre 12 y 15 kg es lo normal. La mujer acumula más grasa corporal porque el cuerpo se prepara para la lactancia ya que consume mucha energía. Por eso, la mejor manera de volver al peso anterior es dando el pecho porque quemas esa grasa». La mujer lactante, además, «no puede ponerse a dieta durante esta etapa.
«La mejor manera de volver al peso anterior es dando el pecho»
«Quienes opten por no dar el pecho, sí pueden hacerlo pero con precaución y bajo la supervisión de un profesional -ha puntualizado-. El cuerpo pasa por cambios hormonales y metabólicos por lo que necesita su tiempo para regresar a su estado anterior. Las dietas restrictivas son peligrosas y pueden provocar carencias». Por eso, lo mejor en esta etapa es «tener calma y no querer perder ese exceso de peso en un breve espacio de tiempo».
La nutricionista ha detallado que durante la lactancia el cuerpo necesita ingerir 500 kcal extra, además de tener necesidades aumentadas de nutrientes como el calcio o el hierro, y asegurarse de beber adecuadamente para mantener una correcta hidratación.
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Durante la lactancia, además, las madres han de seguir las mismas pautas que en el embarazo. «La clave es tener una alimentación saludable», recuerda. La única diferencia con respecto al embarazo es que no hacen falta ya los suplementos. «El cuerpo es muy inteligente y se adapta metabólicamente», concluye.
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