El alentador mensaje del vocalista de Maldita Nerea para aquellos que se sienten perdidos y creen que no sirven para nada

Jorge Ruiz apunta que el sistema educativo actual no está diseñado para potenciar el talento de los alumnos

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Jorge Ruiz es el vocal de la mítica banda Maldita Nerea, pero además, es logopeda y embajador de la Fundación Promete, un proyecto comprometido con la innovación educativa y social. El pasado mes de septiembre salió a la luz 'Inevitable', una canción que ... interpreta junto a su pequeña hija Mia, y en el que cantan al universo la fuerza del amor, un sentimiento tan inevitable como esencial por el que se mueven todas las personas en el mundo.

Dentro de su vocación a favor de la educación decidió ofrecer a la comunidad educativa la posibilidad de que participaran en un concurso en el que, utilizando la letra y música de la canción, interpretaran en un vídeo una versión creativa de la historia que aborda 'Inevitable'. «Decidimos lanzar esta apuesta porque no hay que olvidar que España es un país muy creativo, pero a veces hace falta crear iniciativas para que los alumnos y profesores se apunten y se den cuenta por ellos mismos de hasta dónde llega su imaginación y talento», asegura.

Asegura que la respuesta no se ha hecho esperar: «Ya hemos recibido más de cincuenta propuestas que son brutales. Va a ser muy complicado elegir un colegio ganador porque la puesta en escena es increíblemente genial. Hemos sido testigos de cómo hay profesores muy vocacionales e implicados en la transmisión de valores a sus alumnos y que hacen cada día magia en sus aulas. Estamos impresionados con la respuesta porque hay docentes que han dedicado muchas horas con sus pupilos para crear sus ideas, diseñarlas y ponerlas en marcha en horarios, incluso, fuera del aulas, lo que implica también una labor conjunta con los padres para que ajusten horarios entre todos y sacar adelante el proyecto que demuestre lo importante que es el amor, en todas sus vertientes, en nuestras vidas. Creo que somos máquinas de amar y que sin amor no se puede educar«.

Los alumnos que han participado comprenden todas las edades, desde Infantil a Bachillerato. «Con el objetivo de proteger su intimidad, les hemos ofrecido la posibilidad de utilizar unas plantillas para que aparezcan en el vídeo con un antifaz. La mayoría de los colegios se han acogido a esta modalidad transmitiendo a los niños la importancia de guardar su intimidad en un medio visual. Lo que también es una importante lección«.

Jorge Ruiz considera que la educación empieza en el vientre materno y no acaba nunca. «Mi intención es que los alumnos se motiven y animen a descubrir su creatividad y talento, que todos tienen, pero a veces permanece como dormido».

El problema, según apunta, es que el sistema educativo no está diseñado para fomentar el talento de los estudiantes. «El sistema no está hecho para ayudar a que los alumnos miren lo que tienen dentro, sino lo que hay fuera. Es decir, se presenta un contenido que hay que dar, y eso es lo que muchos piensan que hay que hacer, y el ser humano no está dentro de ese contenido. En la Fundación Promete no entramos en conflicto con esta postura ni con ningún sistema, pero ofrecemos una forma de entender la educación que permite la posibilidad de que el individuo exprese lo que lleve dentro durante todo el proceso, desde los ocho años hasta el Bachillerato. Y se puede hacer porque nosotros lo hacemos. Es decir, en el aula hay que ser técnicamente muy bueno, porque el espacio y el tiempo son limitados y, lógicamente, los medios condicionan. Pero también lo hemos puesto en marcha en entornos donde no había tantos medios, y la respuesta ha sido muy enriquecedora. Entre profesores y alumnos se crea una relación muy especial, basada en la escucha y la comunicación, un camino que descubren juntos y que permite un proceso de conocimiento desde abajo, que es la base de nuestra cultura. La base de todo es conócete a ti mismo«.

Reconoce que, aunque hay profesores muy implicados, que sí escuchan y fomentan el talento de los alumnos, «no es lo habitual, ya que la gran mayoría opta por ajustarse a los contenidos fijados en una asignatura«. Por ello, apunta la gran necesidad que hay de despertar vocaciones.

Para aquellos estudiantes que se sientan perdidos y no reconozcan su talento, el vocalista de Maldita Nerea tiene un mensaje muy claro: «No existe un cerebro que no sea creativo. No existe. Está probado, y no lo digo yo, lo dicen los estudios y la ciencia. Por ello, a los que se sientan perdidos yo les diría que dirijan su camino por aquello que les guste de manera genuina, por una afición o hobby, y que de ahí vayan creciendo y avanzando. Con eso no se negocia ni con la familia. Ve por ahí. Después cada uno que lo ajuste a su vida y circunstancias, pero ve por ahí«.

Confiesa que antes de comprobarlo, él ya lo intuía. «Yo crecí pensando que no tenía talento para nada, hasta que me rompí porque no era feliz. Era un niño muy sensible con un grado de amor por el lenguaje fuera lo común. En el instituto me orienté por la rama de letras para evitar la dificultad de la de ciencias. Eran las dos únicas opciones a elegir. Y, después, de camino a la Universidad. Me matriculé en Derecho. No lo acabé; Derecho casi acaba conmigo. Tenía veinti pocos años y rompí. No sabía qué hacer con mi vida. Me dije 'hasta aquí'. Y decidí salirme del sistema educativo«.

Lo que sí tenía claro es que le gustaba la música, que era importante para él. «Sin que nadie me lo dijera, y en contra de todo el mundo, me centré en la música. La pena es que no tuve un mentor que me lo dijera, porque tener a alguien que te dirija te da confianza y te ahorra mucha energía. Cuando tienes a alguien que te entiende y te dice 'no estás tan loco', solo con eso, ya te da fuerzas para perseguir un objetivo sin el miedo que resta tanta energía. Ahora sé que tenía un talento natural para hacer una letra con melodía. Pero eso lo sé ahora, no lo sabía con venti pocos. Gracias a ello, me centré en la música y, después, en la logopedia y educación. Me dio perspectiva«.

El embajador de la Fundación Promete, insiste en la necesidad de remover el sistema educativo para promover más el talento. «Para ello es fundamental dejar de hablar de política, porque la política, en este caso, lo que está haciendo es generar más ruido que soluciones. Sin embargo, la clase docente sabe mucho porque, para empezar, es la profesión más importante que existe porque son los que atesoran sobre lo que más necesita nuestra sociedad. Es necesario dar un giro y centrarnos también en el ser, en el individuo de la mano de nuestro maestros«.

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