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Prevención

«Estaba pálido, con los ojos en blanco. Me levanté enseguida y le hice una RCP»

Tener conocimientos en reanimación cardiopulmonar puede reducir la mortalidad súbita hasta en un 30 por ciento

Un experto sanitario ofrece un curso de prevención en el colegio Patrocinio San José Ignacio Gil
Alejandra González

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La muerte súbita por paro cardiaco constituye la principal causa de fallecimiento evitable. En España, esta realidad tiene detrás 30.000 defunciones al año , muy por encima de la cifra registrada por accidentes de tráfico (1.200 personas en 2017, según la DGT). La mayoría de las paradas respiratorias se producen de forma extrahospitalaria, con ausencias de reacciones inmediatas hasta la llegada de los sanitarios.

Muchos de los testigos de estos sucesos no tienen una formación básica en reanimación cardiopulmonar; de no ser de este modo, se podría reducir la mortalidad hasta en un 30% . Así ocurrió hace unos días en el IES Norba Caesarina (Cáceres), donde dos chicos, Aitor González y Sergio Lasso, salvaron la vida de un compañero que entró en parada cardiorrespiratoria.

Tuvo lugar a la vuelta de vacaciones de Navidad, en un lunes de enero muy frío. Era quinta hora de la mañana, tocaba refuerzo de matemáticas, cuando una respiración más fuerte de lo normal hizo alertar a Lasso. Se trataba de su compañero Luis Rodríguez , que se sentaba justo detrás de él. «Estaba pálido, con los ojos en blanco. Enseguida me levanté y lo puse en posición de seguridad —de lado y con la lengua fuera—», afirma.

Ayudado de su compañero Aitor, tomaron las constantes vitales de Luis, comparándolas con las suyas. «Cada vez el pulso era más débil, hasta que dejó de respirar. En esos momentos, lo colocamos boca arriba y comenzamos a hacer una RCP (reanimación cardiopulmonar)», cuenta González.

Sin secuelas

Un profesor fue el encargado de alertar al 112 y los médicos facultativos mantuvieron una conversación telefónica con los chavales hasta que lograron llegar al instituto. «La llamada duró cuatro minutos, eso marcaba el móvil, aunque para nosotros fue eterno », aseguran estos protagonistas, ángeles de la guarda para Luis, a los que la vida les ha puesto a prueba muy pronto.

«Los sanitarios nos felicitaron porque, gracias a nuestra intervención, nuestro compañero no tendrá secuelas», declaran, asegurando, además, que no se sienten héroes por lo que hicieron. «No dudamos en ayudar a Luis en ningún momento. Aún no hemos asimilado lo que hicimos, pero sí somos conscientes de que salvamos una vida », concluyen. En una parada respiratoria, la probabilidad de sobrevivir disminuye un 10% por minuto.

El tiempo de auxilio es esencial para evitar daños futuros. «La lesión cerebral permanente comienza después de tan solo cuatro minutos sin oxígeno y la muerte puede ocurrir de cuatro a seis minutos más tarde », afirma Borja Díez, médico intensivista y fundador de Anestintens, empresa impulsora del Proyecto Reanimación , un grupo de médicos especialistas que tienen como objetivo formar a alumnos, profesores y padres en RCP y desfibriladores.

Formación necesaria

Aitor y Sergio no adquirieron el aprendizaje en primeros auxilios en el instituto o en el colegio. Fue de manera extraescolar. Ambos proceden del mundo Scout , donde con 11 o 12 años aprendieron estas técnicas sanitarias, «algo que supone una necesidad en los centros educativos». Así lo afirma Eloísa de las Heras , madre de Luis y enfermera. «El ejemplo de estos dos chicos puede servir para que muchos jóvenes decidan formarse, aunque si el aprendizaje fuese accesible desde los centros escolares, la enseñanza sería positiva para todos», continúa.

La vida se escapa en un segundo, eso es algo que comprobaron De las Heras y Santiago Rodríguez, padre de Luis, hace tan solo unos días. A raíz de ello, estos padres han contactado con la Delegación de Educación en Extremadura para que la inclusión de esta formación sea real, así como obligatoria en los centros escolares —independientemente de que sean públicos, privados o concertados—.

Ante una parada respiratoria, la probabilidad de sobrevivir disminuye un 10% cada minuto

Mientras tanto, De las Heras aboga por un aprendizaje impartido desde la asignatura de Educación Física. «Deberían incluirse charlas, pero con práctica. Es decir, que se usasen maniquís y desfibriladores para acercarlo a la realidad. Esta formación no solo le vendría bien a los alumnos, sino también al profesorado. Es esencial hoy en día », insiste esta madre, que busca este fin también como especialista y conocedora de los avances que supondría esta enseñanza.

Con el fin de prevenir los accidentes escolares, Fundación Mapfre creó en 2015 actividades y cursos de formación para impartir en los colegios a los alumnos de Primaria, sin ningún coste adicional. «Nos centramos en aquellas acciones que demanda la sociedad, aunque aún hay mucho por hacer», cuenta Elena Muñoz , representante de la fundación.

Se centran en alumnos que tienen entre 6 y 12 años «porque es la etapa de aprendizaje más eficaz», insiste. Desde esta asociación creen que es primordial la creación de una cultura de prevención donde los beneficiarios finales sean los niños.

A través de su proveedor, Emade , la Fundación Mapfre llegó el pasado año a más de setenta centros educativos. «Los contenidos están adaptados a las edades de los niños, donde destacan charlas muy sencillas para que puedan entender cómo evitar los accidentes en su vida diaria», afirma Manuel Sánchez , representante de Emade.

A los más pequeños «les tratamos de enseñar qué es el 112 y cómo avisar en caso de riesgo; los mayores, de 10 a 12 años, practican con maniquís con sensores para que realicen reanimaciones cardiopulmonares», continúa Sánchez. Desde Fundación Mapfre creen que «en España esta formación debería ser fundamental porque siempre estamos expuestos a situaciones de emergencia».

Colegio comprometido

El centro Patrocinio San José (Madrid) es una de las instituciones educativas que integra cursos de formación en primeros auxilios. Por segundo año consecutivo, los alumnos de Primaria «disfrutarán y, a la vez, aprenderán cómo se debe actuar ante una situación de peligro real», comenta José Ángel Juárez , jefe de estudios del colegio.

«Nosotros le damos mucha importancia a esta formación en prevención y primeros auxilios, incluso recibimos muchas muestras de agradecimiento de los padres. Para este año tenemos previsto instalar desfibriladores, algo fundamental», concluye Juárez.

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