Trucos infalibles para hacer el cambio de armario con éxito

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Marta Benayas Álamos

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Esta transición 'textil' para la gran mayoría resulta una tarea abrumadora, ya no solo por el almacenaje en sí, sino porque supone también hacer una clasificación y un descarte de lo que no se necesita (o no se quiere conservar de cara al próximo otoño). Una cuestión que sin duda trae muchos quebraderos de cabeza. Sin embargo, si se aplican unos principios básicos de organización y buenas dosis de paciencia, puede ser un buen momento para ganar espacio en el vestidor e incluso redescubrir ciertas prendas que con el paso del tiempo quedaron en el olvido. Con esta guía práctica hasta las más perezosas podrán llevarlo a cabo con éxito.

El primer paso quizás sea el más tedioso, el vaciado. Es en este momento cuando habrá que decidir si debe permanecer almacenada hasta la próxima temporada o no. Lo más práctico es establecer tres grupos: las que se mantienen, las que son para almacenar y las que se van a descartar. Para tomar esta decisión no hay nada como pensar cuántas veces se ha lucido esa prenda en el último año, si la respuesta es menos de tres, entonces no merece la pena que siga ocupando espacio en el vestidor. Eso sí, con aquellas que sean muy de tendencia es mejor pensárselo dos veces porque ya se sabe que, antes o después, volverá.

Por otro lado, a la hora de guardar la ropa que se va a quedar de cara a la temporada próxima, lo mejor para que se conserve en perfecto estado es optar por contenedores herméticos o bolsas al vacío, de este modo se mantendrán intactas. Tampoco hay que olvidarse de los accesorios, con el cambio de armario, siendo un momento perfecto para organizarlos y aplicar las mismas directrices que se han seguido con las prendas.

En cuanto a las que ya no van a estar más tiempo contigo, una opción además de la donación es organizar un mercadillo de intercambio de prendas con las amigas de confianza. Un modo divertido de descubrir auténticos tesoros y sacarle el máximo provecho; o bien colgarlas en plataformas de venta de prendas de segunda mano como Vinted, Wallapop o Run to Wear.

También es el momento de establecer cuáles son aquellas prendas de entretiempo que pueden solucionar los looks cuando una no tiene muy claro qué ponerse. Piezas que permiten adaptarse gradualmente a las temperaturas más bajas sin sacrificar el estilo como blazers, jerséis de punto fino, blusas de manga larga o pantalones de pinzas en tejidos medios.

Tanto el otoño como el invierno son épocas en las que entra en juego el 'efecto cebolla', por lo que habría que tener en cuenta que las camisetas básicas y de colores sencillos ofrecen multitud de posibilidades a la hora de ser combinadas tanto de día como de noche.

Además, antes de nada conviene que se realice una 'investigación' de las tendencias que más se llevan en el momento, para considerar cómo hacerlas tuyas en los estilismos diarios. No hay que olvidar que el sello personal es lo más importante y que la excusa del cambio de armario puede ser un momento muy bueno para hacer autocrítica, reflejarlo y expresarlo.

Otro punto a tener en cuenta de cara a hacer más llevadero el proceso de configurar los outfits, especialmente aquellos días en los que una no está muy inspirada, consiste en crear conjuntos y looks completos en los que se mezclen prendas básicas con otras de tendencia con diferentes combinaciones. Realizar una foto de cada uno para almacenarlo en la galería del móvil será sin duda de una gran ayuda para encontrar inspiración.

Por último, dos consejos. A la hora de ir de compras, optar por las adquisiciones reflexivas y seleccionar opciones que complementen lo que ya se tiene no falla. Esto permite crear un guardarropa otoñal con estilo y sin gastar en exceso. Por otro lado, para que este cambio de armario se mantenga y resulte eficiente, conviene separar las secciones por tipo de prenda (chaquetas, camisas, pantalones…) y luego organizar por colores. Conviene también priorizar aquellas prendas que más se utilicen y colocarlas en los lugares de fácil acceso. Una alternativa infalible para que el orden dure más tiempo.