Christian Louboutin diversifica su negocio: abrirá un hotel en Portugal

Sí, porque a Louboutin le encanta esa región lusa, donde despuntan unos vinos que le fascinan. De modo que no le ha costado mucho tomar la decisión de ubicar en la zona un establecimiento que llevará su marca y permitirá un alojamiento con clase 130 kilómetros al sur de Lisboa. Melides se halla en los alrededores de Comporta, el paraíso ecológico de alto nivel que subyuga a todo tipo de personalidades: de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni a Rania de Jordania , sin olvidar a Madonna o el propio Christian Louboutin, que adquirió una finca al final de sus dominios, en Lagoa de Santo André.

Al cotizado diseñador le preocupa que todo esté a punto y que sea de verdad un hotel con encanto, por lo que se ha puesto en manos de la arquitecta lusa Madalena Caiado para que ultime los detalles de una edificación que pretende ser respetuosa con la estética del lugar… y con el medio ambiente. Lo que sí tiene claro Louboutin es que va a servirse de su nutrida colección de cerámicas para decorar los distintos rincones del hotel, que llevará su sello y materializará uno de sus sueños en un país donde se siente como en casa. Tampoco faltarán los característicos azulejos portugueses, presentes en su acervo.

Su nueva apuesta toma cuerpo justo cuando comenzaba a desencantarse de Comporta porque considera que acuden cada vez más visitantes y que, de acuerdo con sus últimas declaraciones, ha perdido algo de la esencia que lo atrajo. Tal vez por eso prefirió hacerse con una propiedad en el límite sur para sumergirse en el Alentejo profundo, donde el tiempo parece detenerse y la slow life cobra su verdadero sentido.

De esta forma, Monsieur Christian se ha aficionado a la gastronomía local, como por ejemplo el arroz caldoso con gambas… y eso que él padece de una alergia que le impide comer pescado, aunque admite los crustáceos. En todo caso, se siembra así la semilla del restaurante orgánico que planea inaugurar en el interior del que se prevé como su espectacular hotel.

A Louboutin le seduce acudir a las corridas de toros en Alcácer do Sal y aplaude la peculiaridad autóctona de que los astados no sean sacrificados e incluso tengan los cuernos recortados. Su establecimiento hotelero devolverá a esa tierra el cariño que siente por ella , con esas gentes sencillas que le ofrecen fruta o carne para vender cuando le ven pasar al volante de su automóvil.

Lo ha dicho él mismo, que desea capturar el espíritu local. Desde que lo descubrió 15 años atrás, no ha cesado de recorrer el extenso Alentejo arriba y abajo.