Noche de estrellas en la ópera madrileña

A la cita acudieron multitud de rostros conocidos como el marqués de Griñón, acompañado de su esposa Esther Doña , quien optó por un llamativo vestido de corte sirena y escote corazón, en guipur negro con una base de tules sedosos. Lo firmaba Rosa Clará, con quien mantiene una estrecha alianza y ya diseñó sus dos vestidos de novia .

La hija del marqués de Griñón Tamara Falcó tampoco quiso perderse esta señalada cita con la ópera . Eso sí, no acudió del brazo de su padre, sino del de Mario Vargas Llosa. Su otro brazo lo reservó para su pareja Isabel Preysler . Los tres fueron los auténticos reyes del photocall. Los que concitaron todos los flashes y pusieron a prueba la paciencia de los fotógrafos para captar la mejor instantánea. Ellas, las más osadas, rompieron la monotonía del negro al que recurrió buena parte de la nómina de invitadas. Isabel estaba radiante con un vestido fucsia de manga tres cuartos y unos discretos adornos en la cintura de pedrería, mientras que Tamara optó por el color rojo que triunfa esta temporada.

Tampoco faltó a la cita Naty Abascal, fiel a su estilo . Solo ella es capaz de combinar con acierto encajes, plumas y medio joyero. Del mundo de la política acudieron, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, la exministra Carmen Calvo, que se sumó a la tendencia de los volantes o la también exministra socialista Elena Salgado con vestido negro ha cubierto los brazos con unas mangas de tul . Anne Igartiburu, también de negro, posó con su marido, el director de orquesta Pablo Heras, de esmoquin como requería la etiqueta.

Del look de Mar Flores, lo más llamativo fue la estola con la que cubrió el escote de su vestido midi. Posó sola, sin su pareja Elías Sacal. Una noche repleta de luz, tanto por los flashes de los fotógrafos como por la elegancia que desprendieron todos sus invitados.