Manuel Fernández: «Con Sarah Ferguson estamos trabajando en grandes proyectos para ayudar a otra gente»

«Es verdad que tengo orígenes españoles, pero no asturianos. Mi padre es de Madrid y mi madre es irlandesa, aunque yo nací en Inglaterra . Hablo español, pero necesitaría practicarlo mucho más», dice este exitoso emprendedor, dueño de una productora de cine llamada Braveheart (corazón valiente). No quiere ahondar en sus raíces, aunque habla con naturalidad sobre su difícil infancia. «Me enrolé en el regimiento de Infantería con solo 16 años porque mi padre nos abandonó cuando yo era muy pequeño. Entonces estaba un poco perdido. Aproveché mi paso por el Ejército para ponerme a prueba y mejorar física y mentalmente. Mientras estuve en servicio perdimos a varios soldados, pero me tranquiliza saber que no maté ni lastimé a nadie», revela. «Respeto a los hombres y mujeres valientes que sirven a su patria, pero estoy en contra de la violencia», añade.

Tras dejar el Ejército, trabajó durante casi veinte años en numerosas empresas multinacionales, hasta que decidió convertirse en emprendedor. En su vida profesional ha fundado varias firmas, la más reciente una compañía de internet sobre hábitos de vida llamada vVoosh, «un revolucionario acercamiento a lo que consideramos las redes sociales». «Es una plataforma de estilo de vida que ayuda a la gente a cumplir sus sueños. Nuestro objetivo es contribuir a que las personas alcancen sus metas en el mundo real más que en el mundo virtual», explica.

La plataforma comenzará a funcionar a finales de este año en Europa y aterrizará en China en 2016. «vVoosh donará el diez por ciento de su beneficio neto a la vVoosh Charity Foundation, una ONG que apoyará proyectos solidarios consolidados », aclara. Precisamente esa vena filantrópica es lo que le ha unido a la Duquesa de York. De hecho, las pocas fotos de ambos juntos fueron tomadas el pasado mes de mayo durante la gala benéfica contra el sida que organiza todos los años la American Foundation for AIDS Research en Cannes.

Esas imágenes están dando la vuelta al mundo y Fernández se resiste a darle mayor importancia a su fama. «El revuelo mediático no me preocupa, aunque soy un hombre muy reservado» , dice. El amigo de «Fergie» admite que perdió su bajo perfil hace muchos años, cuando su hermana, María Stubbings, fue asesinada a manos de un exnovio. Fue un caso terrible porque el asesino, que la estranguló con la correa de un perro, ya había cumplido condena por matar a otra mujer con la que había mantenido antaño relaciones. La familia de Manuel denunció una negligencia policial, porque, por ejemplo, la alarma que debía proteger a María no funcionó. Una investigación interna de la Policía dio la razón a los deudos.

«Perdí mi anonimato cuando desafié a la Policía y a las autoridades estatales durante seis años. Finalmente ganamos el caso , pero durante ese tiempo tuve que hacer muchas entrevistas en televisión», recuerda. Gracias a esa exposición se topó con la Duquesa de York, quien está muy implicada en la lucha contra la violencia de género. De hecho, ella fue una de las personas que accedieron a testificar en el caso de su hermana. «Ciertamente es raro volverse conocido por ser amigo de alguien, pero con Sarah estamos trabajando juntos en algunos grandes proyectos para ayudar a otras personas», reconoce.

Manuel no ha abandonado su lucha contra la violencia machista. «Tras la muerte de María decidí que debía batallar y pedir justicia para ella y para todas las otras mujeres que viven ese infierno», dice. «Es un problema mundial y tiene que combatirse desde la etapa escolar. Cada semana mueren dos mujeres en Reino Unido a causa de la violencia doméstica y es un problema que no desaparece. Junto con los hijos de mi querida hermana hago campañas para dar a conocer la problemática y generar un cambio. Estoy muy orgulloso de mis sobrinos porque han sufrido mucho y, sin embargo, siguen luchando y colaboran conmigo para ayudar a otras personas. Y todo en nombre de mi hermana María», comenta.

No puede ocultar su interés por el cine y achaca parte de la «culpa» a la industria del entretenimiento. «La televisión y la música no ayudan exhibiendo a las mujeres como simples juguetes sexuales», denuncia. «La crisis económica también aumenta la posibilidad de casos de violencia en el ámbito familiar», añade». A él los negocios le van bien y por eso está montando vVoosh, «para hacer dinero que servirá a ayudar a otros». Para ello se hizo emprendedor. «Para mí la vida se trata de divertirse y de ser amable con los demás».