Vivienne Westwood, abuela del punk y donante de los verdes, evasora fiscal en Luxemburgo

La diseñadora ha incurrido en una incongruencia con sus posiciones políticas públicas . Westwood es la mayor donante del Partido Verde británico , al que ha aportado 300.000 libras este año (416.000 euros). Los ecologistas llevan en su programa la erradicación por ley del uso de paraísos fiscales más o menos legales en la actualidad. Pero Westwood parece haberse saltado esa página.

La diseñadora, hija de una familia humilde del centro de Inglaterra, se dio a conocer asociada a su primer marido, Malcolm McLaren, con el que tuvo un hijo, un agitador de la escena musical y creador de tendencias, fallecido en 2010, que dejó este mundo con fama de ser tan inteligente como mala persona. El pasado año fue despellejado por la modista en un libro autobiográfico. Vivienne comenzó a vender su ropa en la tienda de McLaren en King’s Road, un establecimiento que acabó siendo conocido como «Sex». Eran unos tiempos en que esa calle, hoy atestada de caras firmas convencionales y sin emoción creativa alguna, acogía los creadores emergentes de un Londres en ebullición. Cuando McLaren se convirtió en mánager y genio en la sombra del fenómeno Pistols, Westwood aportó su imagen, un trabajo que ha devenido en clásico y ha sido mil veces copiado, como notará cualquiera que vea una vieja foto del grupo punk.

Westwood es una colaboradora constante de las causas de la izquierda y el ecologismo. En 2011 se sumó a los jóvenes de Occupy London, el movimiento mundial insumiso, en un encierro en la catedral de San Pablo. También es donante y socia de Greenpeace y en el referéndum escocés se mostró partidaria de su independencia. Pero la mujer que ocupaba San Pablo en nombre de la igualdad y las oportunidades tenía un talón de Aquiles en Luxemburgo.