Los trabajadores de Correos, «desbordados» por el voto para el 23J

Si la campaña electoral del 28M se recordará por la irrupción del escándalo de un presunto fraude electoral a través del voto por correo, las elecciones generales de este 23 de julio pueden convertirse en el punto de inflexión en cuanto a participación a través de esta modalidad. En torno a un tercio de los españoles escoge el mes de julio para irse de vacaciones, y esto supone que muchos optarán por pedir el voto por correo para poder asegurar su papeleta en las urnas del 23J.

Hasta el 13 de julio, los españoles podrán solicitar el voto por correo de forma presencial acudiendo a una oficina de Correos o de forma telemática a través de la web oficial del servicio postal. En el primero de los casos solo es requiere presentar el DNI, mientras que el segundo será necesario acceder con el certificado digital.

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En apenas el transcurso de 48 horas desde que comenzará el plazo de solicitud ya se ha notado el fuerte incremento de las peticiones, según advierten a este periódico fuentes de CCOO. Al menos 30.000 solicitudes ya se han presentado y se espera que la cifra aumente considerablemente en los próximos días. «Vamos a muy buen ritmo, lo que hace pronosticar que puede llegarse a los dos millones de solicitudes totales perfectamente», señalan dichas fuentes, quienes resaltan que en estos días se percibido además un fuerte aumento en las «consultas y dudas» en referencia a la gestión del voto tratándose de una fecha que coincide con las vacaciones.

«La plantilla está agotada porque no se han podido recuperar», explican desde el sindicato, resaltando que no solo se ha tenido que gestionar todo lo que conlleva la campaña de voto por correo estas semanas atrás, sino que también se han ejecutado el resto de tareas que desarrolla el servicio postal. A esto hay que sumar las circunstancias especiales que conlleva celebrar comicios en el mes de julio.

Verano, playa o vacaciones son algunas de las palabras que más se repiten desde que el lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciese en la Moncloa para anunciar la disolución de las Cortes generales y el adelanto electoral. Al igual que el resto de empresas, Correos ya había cerrado desde hace semanas las vacaciones de verano de sus trabajadores.

Según fuentes de CSIF, la empresa pública se ha comprometido a respetar las fechas escogidas por cada funcionario, y solo se modificarán aquellos casos en los que el empleado se ofrezca voluntariamente para cambiar sus vacaciones. En el mes de julio se calcula que no estará en torno a un 30 por ciento de la plantilla. Desde CSIF contemplan que serían necesarios unos 10.000 contratos de refuerzo para garantizar al cien por cien el servicio público en todas las categorías, es decir, en atención al cliente, en reparto y clasificación. Para la pasada campaña de voto por correo del 28M, la empresa postal realizó 2.500 contratos de refuerzo, «pocos» para la carga de trabajo, advierten desde CCOO.

Ahora, de cara al 23J, Correos prevé formalizar 5.500 contratos de refuerzo en toda España «para garantizar el cumplimiento de todo el servicio público». En una nota de prensa publicada este jueves, señalan que se habilitarán «ventanillas exclusivas» en su red de oficinas para gestionar lo referente a elecciones, y que si debido a la afluencia se necesita, «se instalarán en el vestíbulo mesas adicionales».

Todas las oficinas mantendrán su horario habitual de apertura hasta después de las elecciones, aunque Correos contempla realizar «adecuaciones de horario extraordinarias» en función de las necesidades que se detecten. Una de ellas podría ser las condiciones climáticas. Desde CCOO manifiestan que también hay que tener en cuenta que no todas las oficinas cuentan con una climatización correcta, aunque el calor propio del mes de julio afectará a las funciones de reparto. Está previsto que los carteros comiencen a entregar en los domicilios la documentación necesaria para votar el 3 de julio, por lo que muchos podrían «poner en riesgo» su salud debido a las altas temperaturas. No obstante, desde ambos sindicatos auguran que todo el proceso saldrá adelante.